Por Yolanda Gutiérrez
La irresponsabilidad de un chofer de TTE literalmente arruinó a una familia de la Región 99 al perder el control de la unidad que manejaba y chocar primero contra un poste de madera propiedad de Telmex, para terminar su loca carrera impactándose contra una barda, que destrozó como papel, ante la sorpresa y disgusto de las personas que se encontraban en el domicilio.
Poco antes de las 10.30 de la mañana, residentes en la Región 99 salieron alarmados de sus hogares al escuchar un fuerte impacto en la calle, sólo para observar una combi de la empresa TTE que cubre la ruta 97-99 metida en un domicilio ubicado en la esquina de la calle 133 con calle 6, cuya barda externa quedó en parte destrozada por el fuerte impacto.
Unos metros más adelante quedó un vehículo tipo Chevy color blanco, con placas de circulación UTB-992-E de Quintana Roo, conducido por Irma R.A., quien aparentemente manejaba sobre la calle 133 en sentido contrario y, al llegar a la esquina con la calle 6, impactó contra la combi Toyota tipo Hiace con placas 1426-TRY y número económico 689 de la empresa TTE, cuyo conductor, Carlos Simón R., se había salido de la ruta establecida.
Testigos mencionaron que la combi, en lugar de seguir por la calle 135 hasta el semáforo de la avenida Andrés Quintana Roo, optó por tomar la calle 6 con intención de doblar en la 133 y reincorporarse posteriormente a la Andrés Quintana Roo, librando el semáforo, pero chocó contra el Chevy blanco que circulaba en sentido contrario aunque, en honor de la verdad, los vecinos tampoco tienen muy claro cuál es el sentido de la vialidad.
A causa del choque de vehículos, el Chevy dio varias vueltas sobre su eje y quedó a escasos metros de la unidad de TTE, cuyo conductor perdió el control de la van y chocó contra un poste de madera, que quedó con la base completamente destrozada y si no cayó fue porque los mismos cables lograron mantenerlo en pie, aunque bastante ladeado.
Tras impactar contra el poste, sin poder recuperar el control de la unidad, el chofer terminó chocando con la barda de la casa, ante la sorpresa e incredulidad de sus habitantes, que no podían explicarse qué había sucedido.
Tuvo suerte el cabeza de familia, quien mencionó que por lo general, todas las mañanas saca una silla y se sienta a leer el periódico justo donde impactó la combi, aunque el miércoles decidió quedarse en el interior del domicilio.
Merece la pena mencionar que arribó al lugar de los hechos una ambulancia de la Cruz Roja, cuyos paramédicos valoraron a los involucrados en el percance, sin que ninguno requiriese su traslado al hospital y aunque los paramédicos recomendaron al chofer de la combi que acudiese al nosocomio, rehusó hacerlo.