El asesinato del joven taxista Edgar Armando González Meneses, de 27 años de edad, se registró con premeditación, alevosía, ventaja y traición, según se desprende de la narrativa de los hechos del Fiscal Licenciado Eddiel Zapata Solís y del testimonio de uno de los que participaron en el crimen y quien está colaborando con el esclarecimiento del delito, ya que nunca pensó que su cómplice privara de la vida al chofer, a quien pensaban robarle el carro para venderlo.
El chofer nunca se resistió a ser asaltado, fue obligado a bajar del vehículo, ingresado a la maleza y asesinado de un disparo en la parietal derecha, según se reveló, es decir, ejecutado con el tiro de gracia.
Ayer por la mañana, Víctor Manuel G. C., de 24 años de edad, fue puesto a disposición del Juzgado Primero del Segundo Distrito del Sistema de Justicia Penal, Acusatorio y Oral, a cargo de la Licenciada Mariza Virginia Polanco Sabido, donde se le formularon cargos por los delitos de homicidio calificado, robo de vehículo automotor y robo calificado cometido con violencia.
Dichos delitos son considerados graves, por lo que el imputado, quien fue detenido en un parque del Oriente de la ciudad, enfrenta una sanción penal de 20 a 40 años, por lo pronto, alrededor de las 5 de la tarde fue ingresado al Centro de Reinserción Social del Estado como medida cautelar de prisión preventiva oficiosa por todo lo que dure el proceso.
En la audiencia de formulación de imputación se encontraban varios familiares de la víctima, acompañados de su asesor jurídico, Licenciado Mario Alberto Caamal Canté, quien se adhirió a las demandas de la Fiscalía General del Estado.
Se desprende que el día de los hechos, alrededor de las 21:30 horas, en la plataforma InDriver se recibió un llamado de servicio para Tixkokob de un cliente de nombre Franklin Ricardo González Solís, por lo que el chofer Edgar Armando acudió hasta la calle 65 entre la 48 y 50 para el traslado.
Al vehículo tipo Beat, color rojo, placas YXE-823-E, lo abordó Víctor Manuel G. C. y su cómplice Luis Alberto Ch. T., quienes se conocieron por medio del Facebook y se habían puesto de acuerdo para hacer “Business”, o sea negocios consistentes en asaltar a choferes y despojarlos de sus autos para luego venderlos y “La Jefa” les pagaba la cantidad de 10 mil pesos a cada uno por cada vehículo.
Ambos se subieron en la parte trasera y se dirigieron hacia el citado poblado, antes pasaron a una gasolinera a la salida de la ciudad para cargar combustible, Víctor Manuel le había mostrado a su cómplice una pistola corta calibre 22, que según dijo la iba a utilizar para amagar al chofer y obligarlo a que entregue el auto y sus pertenencias.
El objetivo era el automóvil, que según los peritos valuadores tiene un costo de 140 mil pesos. Al llegar entre los poblados de Euán y Ekmul amenazaron al chofer y le quitaron su celular por Víctor Manuel, quien le dijo a Luis Alberto que se fuera a dar una vuelta y regresara por él en 5 minutos, al volver lo vio salir del monte con el arma en la mano y al preguntarle qué había pasado con el taxista le respondió que ya estaba listo, que lo había matado, que no había problema, ya que no era la primera vez que se echaba a un cristiano.
Regresaron al Centro, donde pidieron un servicio de taxi para que Luis Alberto se dirigiera a su domicilio, en tanto Víctor Manuel le dijo que le llamaría para entregarle su dinero y llevó el coche a guardar a un predio de la calle 25 por 14 de la población de Cacalchén, propiedad de María del Rosario Pat, donde posteriormente la autoridad investigadora ocupó en la cajuela un bulto con prendas de vestir que utilizó el día del crimen, la pistola de la marca “Mendoza”, calibre 22, la boleta de empeño de la casa “Maxi Prendas”, donde empeñó el celular de la marca Huawei en mil 500 pesos y una copia de su identificación.
Ante la difusión en redes sociales y medios de comunicación de la desaparición del taxista y el inicio de las investigaciones, se presentó en forma espontánea a la Fiscalía General del Estado Luis Alberto Ch. T., quien dijo haber participado en los hechos, pero que no tuvo nada que ver en el asesinato, que eso no estaba en el plan y era su deseo colaborar en el esclarecimiento del crimen, dando información de dónde se encontraba el cuerpo y el vehículo.
El cómplice dio los pormenores del asunto, lo que dio lugar a que se complementaran los datos de prueba recabados por las autoridades, para demandar la respectiva orden de aprehensión en contra de Víctor Manuel G. C., quien luego de ser capturado fue presentado ante la Juez, donde se le formularon los graves cargos asistido de un defensor público y se le notaba sonriente, al parecer de nervios, al escuchar que su cómplice lo traicionó para cubrirse las espaldas.
El cómplice sería considerado un testigo clave en el proceso penal y en determinado caso se le concedería el criterio de oportunidad, al colaborar con la justicia en el esclarecimiento de los hechos.
Cabe señalar que surgió que el pasado 22 de abril del año en curso se había registrado un hecho delictivo en una solitaria carretera que se le pudiera atribuir al ahora imputado, ya que de la misma forma se abordó a un taxista y se le obligó a descender de su vehículo, que se salvó de ser ahorcado y logró escapar.
Será el próximo miércoles 22 de mayo cuando se resuelva sobre la situación jurídica del imputado en la audiencia de vinculación a proceso, a partir de las 10 horas.
(Armando Gamboa Romero)