CAMPECHE, Cam., 14 de junio.– Una mujer, aprovechando que la mayoría de los choferes de transporte público son tachados de cafres del volante, decidió culpar al operador de una unidad, propiedad de la cooperativa Autobuses y Microbuses Modernos de Campeche (AMMUSCAM), de haberle dañado su espejo lateral, cuando circulaba sobre la calle 49 del Centro de la ciudad.
Decidida a que le darían la razón al llevar dañado su espejo lateral izquierdo, la conductora del automóvil Mazda tipo CX-3 rojo, con placas de circulación DJN-5156 del Estado, se estacionó alrededor de las 7:30 horas a las afueras de la escuela primaria “Justo Sierra Méndez”, plantel donde estudian sus hijos y esperaba que descendieran para poder retirarse del sitio.
Sin embargo, por el congestionamiento vial que se genera por la inconciencia de los paterfamilias que deciden estacionarse en doble fila para que sus hijos al descender ingresen al colegio, choferes de camiones realizan maniobras para cruzar y evitar impactar los autos, tocándole la mala suerte al conductor de la unidad marca Dina, marcado con el número 10 y con placas 202998B de la empresa Ammuscam, que al pasar la dama intentara salir.
Sabiendo que le darían la razón debido a la magnitud de la pesada unidad y que al ver que el chofer continuó su ruta al ir cargado de pasajeros, fue hasta la avenida 16 de Septiembre que la ingenua mujer le dio alcance marcándole el alto, obligando al operador a aparcarse a un costado de la calle y cambiar su pasaje a otra unidad, ya que lo culpaba de haber dañado su espejo.
Debido a que no había contacto ni rastro de la pintura roja en el camión de transporte, la mujer decidió dar aviso a su ajustador de seguros para que evaluara los daños y poder estrenar espejo, por lo que el chofer avisó a su jefe para posteriormente solicitar el apoyo de los elementos de vialidad.
Finalmente y al descubrirse que no había contacto, la dama quedó con su “presunto” daño en el espejo, mismo que presentaba huellas de haber sido reparado con anterioridad, retirándose del sitio.
(José Salazar)