ESCARCEGA, Cam., 2 de junio.- Un joven originario de la comunidad de Xbacab, municipio de Champotón, identificado como Limbert Motul, de entre 22 y 23 años de edad, encontró una horrible muerte en horas de la madrugada en el kilómetro 47 de la carretera federal Escárcega-Champotón, al ser atropellado por un vehículo “fantasma” y, posteriormente, pasarle encima otras unidades motrices.
De la presencia del cuerpo sin vida del infortunado joven se percataron automovilistas que circulaban por esa carretera federal, adelante del entronque que conduce a la comunidad de Chuiná (Aquiles Serdán), al ver a lo lejos una especie de bulto que poco a poco iba tomando forma, al acercarse y ver que era un cuerpo humano seriamente maltratado por las llantas de otros vehículos.
A eso de las 05:00 horas se reportó a las autoridades policíacas, por medio del 911, que había una persona tirada en la carretera, la cual portaba una camisa de color rosa, pantalón color negro y tenis de tela del mismo color, al igual que ropa interior color negro, que estaba irreconocible porque las llantas de algún vehículo le pasaron por encima de la cabeza.
Conforme fue amaneciendo y se fue distinguiendo más, alguien lo reconoció como Limbert Motul, un joven que era originario de la comunidad de Xbacab, y quien presuntamente fue arrollado por un vehículo “fantasma” cuando circulaba por esa vía federal a bordo de una motocicleta, la cual quedó a varios metros de él, seriamente dañada.
Al tener conocimiento de lo ocurrido, socorristas de la Cruz Roja acudieron al lugar, pero sólo constataron que no había nada por hacerse, ya que su cuerpo estaba destrozado por el atropellamiento de algunos vehículos, por lo que se avisó a la Dirección de Seguridad Pública de Champotón y a la Agencia Estatal de Investigación para acordonar el área.
Personal del Servicio Médico Forense (Semefo) del municipio de Champotón procedió a levantar el cadáver para trasladarlo al anfiteatro y realizarle la necropsia de ley antes de entregarlo a sus familiares para darle cristiana sepultura.
(Martín Contreras)