Un huésped del “Hotel Tierra del Sol”, ubicado en la calle 69 entre 72 y 74, Centro, ayer martes por la mañana pidió auxilio a través del número 911, originando una rápida y amplia movilización de agentes de la Policía Municipal de Mérida y de la Secretaría de Seguridad Pública.
Roberto Carlos Bonilla, de 38 años de edad, originario de Veracruz, de oficio comerciante, marcó el número de emergencia e informó que una pareja estaba acechando hacia la habitación que ocupaba, ubicada en el estacionamiento del hotel, en el predio 579 de dicha arteria.
En menos de cinco minutos acudieron al lugar entre 18 y 20 policías, que arribaron a bordo de las patrullas 353 y 348 de la Policía Municipal, de las unidades 6629, 6186 y 6518 de la SSP, así como los moto-patrulleros GM-2234 y GM-2236 de los GOERA Motorizados.
Los uniformados entrevistaron al veracruzano, quien manifestó que en horas de la madrugada descubrió a una pareja, un varón con pantalón de mezclilla y una muchacha que vestía un short, quienes estaban agazapados entre los automóviles para tratar de sorprenderlo.
No obstante la poca información respecto a la vestimenta de los sujetos, los GOERA Motorizados de inmediato recorrieron la zona, pero el resultado fue negativo.
Ante el relato del comerciante, que tenía a sus pies dos bultos con bolsas de plástico destinadas para la venta, el gerente del hotel checó los videos de las cámaras de seguridad, pero la pareja de sospechosos no apareció en el mismo.
En vista del resultado, la “víctima” corrigió y dijo que pudo haber sido antes, alrededor de las 23:00 horas, y les describió a los uniformados la ubicación de los locales que visitó para que su historia fuera creíble.
Sin embargo, como no le faltaba nada y de los sospechosos ni sus luces, los policías de ambas corporaciones tomaron nota y se retiraron.
El gerente del hotel dialogó con el huésped y le indicó que todo era un espectáculo para no pagar la habitación y exigió que liquidara la cuenta y se retirara, pero el veracruzano le aclaró que estaba esperando a su hermano y que posteriormente le pagaría la habitación, porque en ese momento únicamente tenía 170 pesos.
El gerente le indicó que tenía 14 años administrando el hotel y que no le tenía confianza a nadie y para evitarse problemas le retuvo la mitad de la mercancía para que una vez que vendiera la otra parte le fuera a liquidar la cuenta y posteriormente el comerciante recuperaría la mercancía.
(Fernando Poó Hurtado)