Un perro muerto estalló cuando un empleado alcoholizado trataba de sacar el cadáver de un pozo, por lo que hasta los gusanos se tragó y uno que otro le entró en los oídos y toda su cara y cabeza del sujeto, pues quedó cubierto de éstos.
Bomberos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) tuvieron que rescatar al empleado de una bodega de estambres en la colonia Obrera y sacar al animal en estado de descomposición.
El hecho se registró alrededor de la 14:00 horas, en una bodega de la empresa “Hilos de Estambre del Sureste”, ubicada en la calle 66 entre 101 y 103 de la colonia Obrera, donde desde temprano los obreros comenzaron a sentir un hedor a animal muerto.
Al investigar de dónde provenía detectaron que dentro del pozo había un perro muerto, por lo que Benedicto Chi Cen, de 33 años, trabajador del lugar, se ofreció a sacar el cadáver, y para ello se tuvo que meter al pozo.
Una vez dentro de la oquedad vio al animal muerto y bien hinchado, a punto de explotar, sin embargo, cuando trató de agarrarlo para subirlo el animal explotó, lanzando miles de gusanos en todas direcciones, pero como el rostro del trabajador estaba junto a la parte de la panza del animal que estalló quedó todo cubierto, de los hombros para arriba, por lo que los gusanos se le metieron hasta en los oídos.
El pobre y alcoholizado hombre empezó a pedir auxilio a todo pulmón y posteriormente fue rescatado por los bomberos y trasladado en una ambulancia de la SSP al Hospital Agustín O’Horán.
(Luis Tamayo Mendicuti)