La Fiscalía General del Estado le formuló cargos por los delitos de robo calificado y robo de vehículo automotor a Marco Antonio Hernández Kamey, en el Juzgado Primero de Control del Centro de Justicia Oral de Mérida, a cargo de la Licenciada Suemy del Rosario Lizama Sánchez.
Será en el transcurso del día de hoy cuando se defina sobre la situación jurídica del imputado, a quien se le impusieron medidas cautelares diversas a la prisión preventiva, incluso no se accedió a colocarle un dispositivo electrónico.
La Juez consideró suficientes medidas el acudir a firmar al Centro Estatal, el depósito de una garantía económica de 4 mil pesos, la prohibición de salir de la ciudad de Mérida y estar sujeto a vigilancia.
Esas medidas estarán vigentes por todo lo que dure el proceso, por lo que en caso de ser vinculado a procedimiento el día de hoy continuará en libertad.
En los hechos imputados se señal que el 15 de noviembre del 2018, alrededor de las 13 horas, el ciudadano Juan José Prevé Martínez se encontraba en una bodega de una empresa de productos químicos, ubicada en la calle 27 entre la 24 y 26 de la colonia Chichén Itzá.
En un momento dado se percató que a las puertas se encontraba un camión de carga, pero no le dio importancia, puesto que allí estaba el gerente Marco Antonio Hernández, por lo que se retiró rumbo a la fábrica, que se ubica en la calle 32 de la colonia Miraflores.
Es el caso que le informaron por el ciudadano Fernando Abigail Santos Flores que al llegar a descargar en la bodega se percató que llegó un camión y vio que estaban descargando sacos en la bodega de su hermano, con su sello, y le mencionó que quien le estaba robando era Hernández Kamey, puesto que había una alerta en ese sentido, ya que las cuentas y los inventarios no cuadraban.
Al presentarse al lugar se entrevistó con Oswaldo Acosta Dzab, quien le dijo que fue el señor Marco Antonio quien lo contrató para un servicio de transportación de materia prima, quien enterado de que fue descubierto se apoderó de un vehículo de la empresa tipo Gol y se dio a la fuga.
Según la parte agraviada, por medio de dictámenes periciales contables se detectó un daño patrimonial por más de 2 millones de pesos.
(Armando Gamboa Romero)