Yucatán / Sucesos

Panorama desolador

Un panorama desolador se tuvo este miércoles en el fraccionamiento Francisco Villa Oriente de Kanasín, después del trágico incendio que cobró la vida de una persona, cuyo cuerpo fue rescatado debajo de los escombros que fueron removidos por personal del Ejército Mexicano, de la Secretaría de Seguridad Pública, Protección Civil y Policías de Kanasín.

Los vecinos de la calle 6-A por 65 todavía están sorprendidos, ya que no pueden creer que en su fraccionamiento haya sucedido toda esta lamentable situación: “No puedo creer lo que estoy viendo: está todo destruido, nunca pensé ver algo así”, exclamó el señor Felipe Nájera, quien junto con Darvin Cruz y varios vecinos ayudaron a rescatar la noche del martes a los niños que integran la familia Ciau, que fue la afectada.

“Sólo escuchamos una fuerte explosión, pensamos que era la gasera que estalló, pero mi nieta que estaba afuera vino corriendo y nos dijo que la casa de la esquina se estaba quemando, mientras los fuegos artificiales salían por todos lados”, relató la señora Victoria Maas Chalé.

Esta situación está catalogada como una verdadera tragedia, pues desafortunadamente una persona murió enterrada por los escombros de techos y paredes que se vinieron abajo al explotar parte de la pólvora y voladores que se tenían en el predio donde se elabora de manera ilegal la pirotecnia, todo por un descuido a la hora de estar manejando los explosivos.

Asimismo, el estallido hizo que tres menores resulten lesionados, uno de los cuales permanece delicado de salud, además que provocó afectaciones como fisuras en nueve predios cercanos de donde se originó todo el evento, es decir, a una cuadra a la redonda.

Por esta situación las familias del lugar, y para evitar otro incidente, fueron desalojadas y trasladadas hasta el Centro Comunitario del fraccionamiento, que fue habilitado como albergue el tiempo que se requiera, para que puedan ser constatados los daños en las viviendas.

Este miércoles los militares, policías y personal de Servicios Periciales de la Fiscalía General del Estado caminaban sobre los escombros de lo que fueron las viviendas, apoyados con binomios caninos para buscar alguna personas enterrada entre el material, pero no mostraron ningún indicio hasta el último reporte.

Los peritos de la FGE efectuaron labores de medición encontrado varios indicios en la zona, donde también se halló alrededor de 30 kilos de pólvora que era utilizada para la fabricación de explosivos como voladores y bombas de luces.

Alrededor del mediodía arribó al lugar una maquinaria pesada, cuyo operador se encargó de iniciar a remover escombros cuidadosamente, en lugares específicos que fueron indicados por ingenieros que estaban presentes junto con un croquis de las casas que salieron con afectaciones, para tratar de buscar algún otro cuerpo, pues se indicó que se tenía una persona del sexo femenino desaparecida.

Finalmente se pudo indagar que los vecinos no conocían muy bien a las personas que habitaban el predio donde se registró la explosión y solamente los saludaban de vez en cuando, aunque sabían que ese lugar se fabrican explosivos, sin importarles el riesgo por ser una colonia habitada con casas alternas.

Héroes sin capa

A don Felipe Nájera no le importó celebrar el Año Nuevo, su única misión fue ayudar a la gente y bomberos para sacar a los bebés que quedaron enterrados vbajo los escombros en la explosión de Kanasín, registrada el martes por la noche.

El señor Nájera dejó a su esposa y familia, para sumarse ayudar a bomberos para poder sacar a uno de los niños que quedó atrapados entre los escombros, cuando se percató que todo era un caos.

“Estábamos yendo a comprar al súper la cena de Año Nuevo, y al estar pasando la esquina escuchamos que truene algo y al voltear a ver nos dimos cuenta que una casa se estaba quemando”, dijo el señor.

Por ello, el señor Nájera se bajó de su motocicleta y dejó a su esposa, y al escuchar el griterío de la gente se acercó para iniciar a buscar a tres niños sepultados entre los escombros por la explosión.

“Fue algo terrible, nunca pensé ver algo así en mi vida, hice lo que pude junto con unos amigos, empezamos a tirar cubetazos de agua mientras llegaban los bomberos”, dijo todavía visiblemente asustado don Felipe, como es conocido por los vecinos del rumbo. Otro que ayudó fue el joven Eliú Herrera

Con esto se demuestra la solidaridad de los yucatecos en momentos difíciles como el que se vivió anoche al fallecer una persona. Que toda la sociedad sepa que aquí en Yucatán hay muchos héroes sin capa.

(Darvin Canché)