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Yucatán / Sucesos

Encontronazo en el Centro

Ambos guiadores alegaban tener luz verde del semáforo

Como siempre ocurre cuando hay un accidente en un cruce de semáforos, al no contar con cámaras de vigilancia y los conductores sin cámaras en sus vehículos, se declara “semaforazo” y cada quien cubre sus daños, pero, ¿quién sale ganando de todo esto?

Pues resulta que las aseguradoras son las que más salen ganando, porque cada cliente tiene que pagar su deducible; aunque claro, también sale ganando el conductor causante del accidente, pues también debería de cubrir hasta los daños que ocasionó al no respetar la luz roja del semáforo.

Ayer por la mañana, alrededor de las 7 horas se registró un hecho de tránsito en el cruce de semáforos de la calle 60 por 71 del Centro de la ciudad, donde dos autos acabaron muy dañados al colisionar entre sí.

El hecho vial se registró cuando el guiador de un Aveo con matrícula YZH-849-A, habilitado como taxi de la plataforma Uber, transitaba sobre la calle 71, con dirección al Oriente, pero al llegar al cruce con la 60, según el chofer tenía luz verde del semáforo, por lo que, confiado, continuó su marcha.

Sin embargo, fue colisionado por un Beat con placas YXV-961-C, que circulaba sobre la calle 60 con dirección al Norte y cuyo joven guiador también señaló a las autoridades que tenía luz verde del semáforo.

Cabe señalar que en el Aveo viajaba como pasajera Dulce María Pérez Acosta, de 29 años de edad, quien viajó desde Monterrey y permanecería tres días en la “Blanca Mérida”; afortunadamente, con excepción de un golpe simple que recibió en el brazo derecho, resultó ilesa tras accidente, pero esperaba a que el representante de la compañía de seguros le entregue un pase para que la revise un médico particular.

Tras el choque, el Beat se proyectó contra la barrera de contención del predio ubicado en la esquina, quedando entre el semáforo y las barras de hierro, impactando la pared de la casa.

Mientras, el Aveo avanzó unos 20 metros hasta detenerse, dejando en el camino su defensa y quedando destrozado del frente. El Beat también quedó dañado del frente, en el costado izquierdo, que fue donde chocó de lleno contra el Aveo.

Al sitio arribaron patrullas de la PMM, cuyos uniformados tomaron datos del accidente, pero sin intervenir, ya que los ajustadores de las aseguradoras de los vehículos llegaron a un acuerdo: cada quien pagaría los daños de su cliente.

Más tarde arribó al lugar el chófer de una grúa, quien se encargó de retirar del sitio del accidente los dos coches.

El operador de la grúa de “Abimerhi” que rescató al Beat batalló, porque uno de los rieles de acero se incrustó bajo el motor del automóvil, de lo que se percató hasta que intentó jalar el vehículo; primero tuvo que levantarlo a una altura considerable para que se destrabara y posteriormente jaló el coche.

Mientras el operador de la grúa realizaba la maniobra, el tránsito se congestionó, los chóferes de los autobuses tenían que realizar varias maniobras para librar los obstáculos sin subirse a la banqueta o dañar los espejos retrovisores laterales.

(Luis Tamayo / Fernando Poó)

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