Miguel Can Herrera, de 35 años de edad, natural y vecino de Hoctún, asesinó el martes en la madrugada a su progenitor con un arma blanca y lesionó gravemente a su madre, quien logró ser estabilizada por paramédicos de la Secretaría de Seguridad Pública y trasladada a la Clínica T-1 del Seguro Social.
Los padres del asesino, Miguel Eladio Can Medina y María del Socorro Herrera Maas, de 65 años de edad, con domicilio en un predio sin número de la calle 21 entre 12 y 14 de esa localidad, compartían su hogar con Miguel, quien precisamente por su carácter violento estaba separado de su pareja sentimental, con quien procreó dos hijos, un niño y una niña de siete y cuatro años de edad, respectivamente.
Según información recabada en el lugar del crimen, no era la primera vez que el sujeto golpeaba a sus progenitores. Con anterioridad le dio una tunda a su padre y a consecuencia de la golpiza perdió el ojo izquierdo.
El tipo era sumamente celoso y golpeaba a la madre de sus hijos, se molestaba si alguien hablaba a la señora y sin más le reclamaba, decía que eran sus queridos y le propinaba puñetazos en el vientre cuando estaba embarazada, le decían que le podía provocar un aborto o matar al bebé. La niña sobrevivió y actualmente tiene cuatro años.
Manifestaron que Miguel era drogadicto y esquizofrénico. El lunes le fueron a reclamar que se había robado un teléfono celular y lo amenazaban con llamar a la policía. El afectado se retiró, la policía no llegó.
Miguel se tranquilizó y aparentemente todo volvió a la normalidad. El hermano del difunto que habita en el predio aledaño manifestó que alrededor de la 1:30 de la madrugada escuchó que golpeaba a alguien y escuchó los gritos de auxilio de su cuñada y se dirigió al predio pero la puerta estaba cerrada, repentinamente reinó el silencio y como no pudo entrar llamó a la policía.
En respuesta a la llamada acudió el comandante Matos, responsable de la patrulla 1437 de la Policía Municipal de Hoctún.
Los uniformados lograron entrar al inmueble y encontraron a los padres bañados en sangre. A Miguel Eladio Can se le apreciaban varias heridas, una profunda en el cuello, mortal por necesidad.
La señora María del Socorro también tenía varias heridas y de inmediato solicitaron la presencia de los paramédicos.
El infeliz se dio a la fuga por la parte trasera y se internó en el monte. Al sitio acudió una ambulancia de la Secretaría de Seguridad Publica, los Técnicos en Urgencias Médicas le proporcionaron los primeros auxilios a la señora, le suministraron una solución por vía intravenosa y lograron estabilizarla.
Los agentes de la Policía Municipal acordonaron el predio y en coordinación con los de la SSP, implementaron un operativo de búsqueda pero el resultado fue negativo.
Poco después se incorporaron al dispositivo los agentes de la Comandancia de Homicidios de la Policía Estatal de Investigación, quienes entrevistaron a los familiares del difunto, así como a los vecinos, recorrieron la localidad y peinaron el monte pero hasta las primeras horas de la tarde no habían logrado ubicar al asesino.
Mientras tanto el inmueble era revisado por los peritos de Criminalística y Servicios Policiales del Instituto de Ciencias Forenses de la Fiscalía General del Estado. Personal del Servicio Médico Forense se encargó del levantamiento del cadáver.
El predio fue asegurado y colocaron escritos en los accesos que dicen: Asegurado, Carpeta de Investigación F7-F7/00032/2020 Hoctún, Yucatán, 18 de febrero del año 2020, Art. 230 del Código Nacional de Procedimientos Penales. Lic. Laura del Socorro Jiménez Valdez Fiscal en Jefe de la Fiscalía Décima Séptima con sede en Izamal.
El inmueble es custodiado por los tripulantes de la patrulla 1002 de la Policía Municipal.
(Texto y fotos Fernando Poó Hurtado)