Yucatán / Sucesos

Lucha por su vida

CAMPECHE, Campeche.- Con un fuerte golpe en la cabeza que lo debate entre la vida y la muerte, fue como termino un ebrio motociclista, luego de que al circular a exceso de velocidad la avenida Concordia y dormitara, montó el camellón derrapando varios metros librando dos estructuras metálicas, hasta terminar boca acabo en medio de la calle hasta ser auxiliado.

El fuerte hecho que llamó la atención de varias personas que aún transitaban por la ciudad, se originó cerca de las 2 de la mañana, cuando el guiador de la motocicleta marca Italika tipo Ft150 en colores rojo con negro, placas 03CUV3 del estado, se desplazaba a exceso de velocidad sobre la avenida antes señalada, llevando como dirección el Stirt hacia la glorieta Siglo XXI.

Fue a escasos metros de llegar al cruce con la avenida Siglo XXI, cuando el veloz sujeto motorizado que se hallaba bajo los influjos del alcohol, perdió el control de su caballo de acero, montando el camellón lo que origino que saliera catapultado de su unidad, derrapando varios metros hasta terminar su loca carrera tirado mal herido a media vía.

Automovilistas que pasaban por el sitio de inmediato dieron aviso al número de emergencia, llegando al lugar elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP), quienes se encargaron de abanderar la circulación, solicitando de manera urgente una ambulancia, además de darse aviso a los agentes viales para que tomaran conocimiento del hecho.

Los daños materiales fueron de regular cuantía en la motocicleta al sufrir averías en el faro delantero, tijeras y plásticos, mientras que su conductor acabo con un fuerte golpe en la cabeza, sangrando de distintas partes, por lo que a la llegada de los paramédicos del Centro Regulador de Urgencias Médicas (CRUM), estos lo aseguraron con la araña a una camilla, ya que no se dejaba atender, siendo canalizado y trasladado a un hospital de la ciudad.

Hasta el momento se desconoce el estado de salud del sujeto, quien tras el fuerte golpe que recibió en la cabeza al parecer por no portar el casco de protección, no podía hablar ni sostenerse de pie, sumado al estado etílico en el que se hallaba, turnando el hecho al Ministerio Público en espera de que familiares acudan para reclamar las pertenencias y conocer la situación del herido.

(Texto y fotos: José Salazar)