Para los trámites correspondientes
La Dirección del Centro de Reinserción Social del Estado, a cargo del Profesor Francisco Javier Brito Herrera, giró oficios al Juzgado Primero de Ejecución de Sentencias, a cargo del Licenciado Manuel Jesús Ek Herrera, para informar oficialmente sobre el fallecimiento por COVID-19 del interno José Manuel Juárez G., quien compurgaba una condena por violación y violencia familiar.
En días pasados, dentro del reporte diario sobre los fallecimientos y contagios del coronavirus en Yucatán, las autoridades de salud informaron que entre las personas que desafortunadamente sucumbieron a la enfermedad estaba un interno del Cereso.
Se confirmó que el recluso que falleció por coronavirus compurgaba una sanción penal por violación y violencia familiar, luego de ser sentenciado en el sistema tradicional por el Juez Penal Licenciado Jorge Andrés Vázquez Juan, en el mes de junio del 2017.
Según se pudo averiguar, con el reporte de la muerte del condenado se extingue la acción persecutoria en su contra en lo que se refiere a su persona, no así lo correspondiente a la reparación del daño.
Ante tales efectos, la víctima puede continuar con el trámite correspondiente al pago de la reparación del daño ordenado por el Juez Penal en la sentencia.
El preso estaba a disposición del Juzgado Primero de Ejecución, que ahora, al ser enterado de su fallecimiento, pedirá los documentos que demuestren la muerte, es decir al Cereso y al Registro Civil las copias de las actas de defunción y el certificado médico.
Como dimos a conocer en forma oportuna, el preso reportado por las autoridades de Salud como una de las personas que fallecieron por coronavirus compurgaba una sentencia de 7 años y 2 meses de sanción privativa de libertad, al ser sentenciado en el mes de junio del 2017 por los cargos de violación y violencia familiar.
De acuerdo con los archivos del caso, el individuo, de unos 54 años de edad, llevaba meses sin tener intimidad con su esposa, quien no permitía el contacto sexual, ya que el marido la golpeaba constantemente sin motivos.
Resulta que una noche cuando vio que ella se dirigía hacia el baño de su domicilio ubicado en la colonia Juan Pablo II la siguió y la obligó a sostener relaciones sexuales, amenazando con matarla si no accedía, ya que le dijo: “Yo de la cárcel saldré algún día, pero tú del cementerio nunca”, el caso ya está en manos del Juzgado de Ejecución de Sentencia.
(Armando Gamboa Romero)