Aumentó el trabajo sexual durante la pandemia. Algunas mujeres se vieron obligadas a realizar este trabajo luego de haber perdido trabajos por lo que, las redes sociales se convirtieron en un aliado para poder realizar este tipo de trabajo con mayor discreción, unas mujeres encontraron un fuerte entrada de dinero evitando regresar a un empleo formal, mientras que otras combinan este trabajo con alguno formal, donde pueden acceder a beneficios como la atención médica gratuidad, aguinaldos y salarios seguros.
Anuncios de masajes, disfrazan proposiciones sexuales, mientras que otras publicaciones explícitas en ciertos grupos exponen los servicios sexuales desde precios accesibles, pero también existen grupos de personas que se dedican a buscar mujeres para que trabajen para ellos obteniendo jugosas ganancias y otros para estafar a las desesperadas mujeres engañándolas con la promesa de un pago posterior al trabajo.
Desde la llegada de la pandemia en México, trajo consigo desempleo y con ello muchas mujeres iniciaron y otras se vieron obligadas por la situación económico que prevalecía para regresar al trabajo sexual, pero no todas podían pararse en las esquinas para tratar de conseguir clientes, la vida secreta y la falta de circulación de ciudadanos en las avenidas principales eran el principal emparento.
Redes sociales, un principal asociado
Lo anterior, originó que Gabriela, quien fue una mujer que se vio ahogada en la pésima economía que prevalecía durante los primeros meses del inicio de la pandemia, comenzó vendiendo fotos y videos, en ropa interior y hasta complemente desnuda a través de las redes sociales.
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“Era un negocio ‘fácil’, solo era perder la pena y te tomabas unas fotos, por un paquete de fotos de 10 a 20, cobras desde 100 pesos hasta los 200, pero ese paquete se lo podías vender a 5 o más personas, así que era una entrada de dinero regular”, comentó en una discreta entrevista a la que accedió con algunas condiciones como evitar tomar material fotográfico y grabar audios.
Todo parecía ser un negocio muy interesante para Gabriela, pero fue un par de semanas cuando los clientes comenzaron a bajar ya que en los mismos grupos de Facebook donde ella publicaba sus “venta”, al menos otras unas 20 mujeres más comenzaron a realizar la misma actividad, ya no era un negocio redituable nuevamente empezó a escasear el dinero y fue cuando vio una publicación.
Estafadores en trabajos sexuales
“Se solicitan mujeres de 18 a 35 años buena presentación, excelentes ganancias”, le llamó la atención en una publicación en los grupos donde solo se publicaban trabajos, mandó un mensaje conocido como “Inbox” y recibió la oferta de trabajo, sostener relaciones sexuales con un cliente, ellos le dirían el lugar y la hora donde se encontraría.
A Gabi, le interesó ofrecían un pago de 700 pesos, accedió y fue al lugar y la hora indicada, al encontrarse con el cliente este aseguró que ya había depositado al quien lo atendió por redes sociales, ella mandó un mensaje y le confirmaron, realizó su trabajo con la promesa de que al terminar recibiría su dinero, pero grande fue su sorpresa de que al terminar la habían bloqueado y no podía reclamar nada.
“Estaba enfurecida, no se vale que hagan este tipo de cosas a alguien que tiene la necesidad de hacerlo, pero también fue ahí cuando dije no, no me vuelve a pasar y ya sola me cree un perfil de Facebook donde ofrezco mis servicios y el dinero es solo para mí”, finalizó.
Trabajadora retirada regresa al oficio
Otro caso al que se pudo acceder fue el de Jenny, una trabajadora sexual retirada, quien a sus 43 años mantenía un trabajo estable para sostener a sus dos hijas.
“Fue muy difícil regresar a las calles, no fue como esperaba, otras chicas más jóvenes que una ya tenían sus clientes a través de Facebook, pero, me di cuenta que no era difícil ofrecer los servicios en internet, era algo trivial para mí, pero era más fácil concertar citas”, comentó.
En las calles tenia que ofrecer sus servicios desde los 150 hasta los 300 pesos, por cliente, pero la falta de movilidad también fue un impedimento, al estar en redes sociales resultó mucho mejor para ella ya que a través de estas puede ofrecer sus servicios desde los 300 pesos y lograr captar desde solo uno hasta 5 clientes “en un día bueno”.
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CI