Yucatán / Sucesos

Abuelito muere de forma extraña en Progreso; "apuntó al cielo y se desvaneció"

“El señor empezó a mostrarnos el techo como si hubiera visto algo, luego empezó a llorar hasta que se desvaneció en nuestros brazo", comentó un de sus familiares
Policías llegaron al lugar tras el reporte de los familiares / Jesús López

La muerte de un hombre dentro de su hogar en el Centro de Progreso se convirtió en el tercer fallecimiento, luego de que la semana pasada también se necesitara del apoyo policiaco luego del suicidio de una quincuagenaria y una tragedia que hizo abandonar el mundo terrenal a un pequeño de apenas un año de edad.

El incidente se originó durante la tarde de este martes en un predio de la calle 35 por 84 y 86 de la colonia Centro, cuando familiares de Manuel J. N., de 86 años de edad, reportaron que el hombre se había desvanecido cuando se encontraba comiendo en compañía de los inquilinos de su casa. 

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Llamó la atención que a la brevedad llegaron camionetas oficiales de la SSP y la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito, aunque, sin asegurar el área, pero si dejando un espacio para que se aparque una ambulancia de la misma base policiaca estatal, cuyos paramédicos entraron al hogar de manera rápida y causando aún más incertidumbre en el conjunto vecinal.

Debido a que a esa misma hora del fallecimiento del octogenario se reportó que un sujeto estaba brincando los techos de la dirección mencionada, se pensó que el amante de lo ajeno había tenido un encuentro con el abuelito, pero fue un familiar de este quien desmintió los rumores ante la prensa local que aguardaba en el domicilio, dando a conocer la manera en que se despidió el abuelito de sus seres queridos. 

“El señor empezó a mostrarnos el techo como si hubiera visto algo, luego empezó a llorar hasta que se desvaneció en nuestros brazos. Cuando llegaron los paramédicos intentaron reanimarlo con choques y por todos los medios posibles pero no se pudo hacer nada” dijo el pariente político. 

El occiso, era conocido bajo el apodo del “mosco” y fue pionero de las labores que se ejercen en el muelle fiscal, cuando hace más de sesenta años se dedicaba a ser brasero. Su último trabajo en vida fue como velador para la empresa Cefemex, donde aun bajo la tercera edad seguía poniendo la mejor disposición en cada jornada.

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JG