Los suicidios alarman a los habitantes de Progreso, ahora el cuarto caso fue un hombre de 34 años, con iniciales J.C.M.G., quien se ahorcó en su predio de la calle 39 entre 46 y 48 de la colonia Revolución, en el Oriente del puerto.
Con este hecho, el Estado suma 25 muertes autoprovocadas, de las cuales 10 han ocurrido en Mérida y 15 en los municipios. Entre las víctimas hay tres mujeres y 22 varones.
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En cuando al deceso de ayer en el puerto, con base en la versión de gente que habita en la colonia, que se ubica a pocos metros del parador turístico El Corchito y el deportivo Víctor Cervera Pacheco, el ahora difunto denotó signos de que pasaba una etapa de ansiedad y depresión.
Fue uno de los hermanos de Moreno, como le apodaban al joven y originario de Tabasco, quien lo encontró suspendido del cuello en su habitación; solicitó auxilio a las autoridades policiacas.
Acudieron elementos de la Policía Municipal y paramédicos, pero estos últimos sólo pudieron constatar que el hombre llevaba tiempo de haber fallecido, ante la incredulidad de sus familiares y los presentes, pues dijeron conocerlo como carismático y humilde.
Otros de los que se reunieron cerca de la vivienda comentaron que era un hombre trabajador, pues se desempeñó en diversos oficios, aunque el último de ellos fue como palapero en el malecón tradicional. Eso generó más extrañeza, ya que en los próximos días en ese lugar habría ingresos económicos por el Carnaval.
“Aquí, la verdad, tenemos muchos problemas, sobre todo porque la colonia tiene muchas carencias, pero la misma gente siempre trata de mantener la mente positiva. En el caso de este muchacho sabíamos que tenía el apoyo de sus hermanos, no entendemos por qué sucedió esto”, externó Alicia Kantún, una de las habitantes del rumbo.
Si no se registra otra víctima, el puerto cerraría este mes con cuatro suicidios, que comenzaron a desencadenarse el 7 de enero, cuando G.E.A.R., de 58 años de edad, atentó contra su vida en su domicilio de la calle 29 en el Oriente de la ciudad. Después le siguió G.D.N., de 37 años, en la comisaría de Chicxulub Puerto.
El caso más conmovedor
El hecho más reciente sucedió el 16 de enero, cuando S.Y.R.H., de 16 años, conocida estudiante y apreciada, se ahorcó en la comisaría Flamboyanes. Al parecer, la orillaron a tomar esa decisión problemas sentimentales y familiares.
La mamá de la menor es originaria de Honduras y su padrastro labora en la flota mayor de Progreso. Según estadísticas de este rotativo, este caso se mantiene como la suicida más joven. Durante los dos años anteriores, la edad más temprana fue una de 15 años.
El rango de edades en decesos autoinfligidos en el puerto, según los registrados, oscila entre los 25 hasta los 40 años en su mayoría.
Otro fallecimiento que conmocionó a la comunidad ocurrió sólo dos horas después del caso anterior, pero ahora un adulto mayor, quien mientras realizaba su rutina diaria en su domicilio sufrió un paro cardiorrespiratorio.
Según datos obtenidos, el fallecimiento se suscitó a las 10:00 horas en el predio de la calle 89-A entre 39 y 37 del Centro de Progreso. Familiares de C.F.L.R., de 81 años de edad, comentaron que empezó a sentirse mal por dolores en el pecho, que no dio tiempo de nada porque de pronto se desplomó y luego se supo que fue un infarto fulminante.
Arribaron al domicilio elementos de la Policía Estatal y Municipal, quienes llevaron a cabo los protocolos correspondientes. Luego, personal del Servicio Médico Forense (Semefo) hizo el levantamiento del cadáver, aunque se desconoce si los familiares solicitaron la dispensa de la autopsia por tratarse de una muerte patológica.
Con la partida de este octogenario, ya son nueve progreseños fallecidos este mes en el municipio. Cuatro de ellos fueron suicidios, los restantes natural o accidentes en su predio. Hasta ahora, el fallecido con menor edad fue un niño de sólo un año de edad y el más longevo este abuelito de 81 años de edad.
Fallece en cenote
A estas nueve muertes contabilizadas se agrega una décima, aunque en el municipio de Hunucmá, donde Julián J. Chan S., de 51 años de edad, falleció en un automóvil cuando era trasladado a una clínica después de ser sacado de un cenote.
Se supo que el ahora fallecido su esposa Odele J. Poot I., de 42 años, oriundos de Progreso, decidieron salir de paseo el fin de semana y eligieron el cenote conocido como El Pocito, de Hunucmá. Cuando llegaron, el hombre se tiró al agua; pasaron los minutos y no salía, así que la mujer pidió ayuda a unos jóvenes para que lo sacaran. Lo subieron a su automóvil para trasladarlo al hospital, pero nada se pudo hacer.
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CC