En horas cercanas a la madrugada de este lunes, un sujeto fue acusado por varios visitantes de intentar llevarse a un pequeño de tan solo cuatro años de edad en Progreso, motivo por el cual terminó en la cárcel pública el presunto “roba-chicos”.
El suceso ocurrió después de la medianoche cuando un hombre de aproximadamente 1.70 metros de complexión delgada y tez blanca fue visto cerca del área infantil que se encuentra a escasos metros del andador de madera de este espacio, sin embargo no fue motivo de preocupación para los visitantes que cada fin de semana acuden a este punto para tener actividad nocturna en familia.
La tranquilidad duró hasta que un pequeñito de apenas cuatro años de edad fue tomado de la mano por el hombre, por lo que una mujer avisó a un par de agentes ecológicos que circulaban en el lugar, mismos que procedieron a interceptar al adulto sospechoso.
Tras soltar al infante, destaca que incluso intentó escapar pero el acusado fue tomado del brazo en cuestión de segundos por un policía ecológico corpulento, para recibir después la confrontación de los tutores del menor que presuntamente intentaba llevarse.
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La versión que dio a conocer el niño con la Policía Ecológica fue que el sospechoso lo invitó a comer pastel de galletas “Oreo” al igual que otro pequeño más, mismo que al ver que se acercó el adulto a hablar con él huyó del área de juegos y se refugió con sus padres.
En cuestión de minutos, otros turistas, comerciantes y pobladores se enteraron de lo sucedido, por lo que demostraron enojo agrediendo verbalmente al hombre que era custodiado por los dos policías ecológicos mientras se esperaba el arribo de la dirección de seguridad pública y tránsito municipal para dar paso al arresto respectivo.
Cuando llegó la policía municipal y se procedió a saber los datos del acusado, este dijo llamarse P.S.L. de 35 años y originario del centro del país, específicamente de Puebla. Parte de sus declaraciones confundieron a las autoridades, pues argumentaba que llegó en busca de trabajo al puerto pero que vivía en Mérida, también afirmaba ser turista en busca de un hotel y hasta ser “viene-viene” en el puerto.
Con la firma de los padres del menor que permanecieron disgustados por el hecho, al supuesto “roba-chicos” le otorgaron 36 horas de arresto en la cárcel pública del poniente del puerto, sin pago de derecho a fianza y con especial seguimiento a partir de ahora por parte de las autoridades encargadas de verificar el orden en el malecón internacional.
Se averiguó que la familia del niño que fue casi raptado procederá a una demanda, pues fue el consejo que les otorgó tanto la policía municipal como varios presentes que demostraron enojo por la situación, ya que en el puerto no es común este tipo de escenas.
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GC