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Lo que era una mañana común y corriente en el puerto de Chelem, en medio del arribo deturistas a la playa, se convirtió en una escena trágica cuando un jovencito a bordo de una moto terminó con la cara desfigurada tras ser impactado por un “auto fantasma”.
Fue alrededor de las 7:30 de la mañana cuando el joven Eduardo E.A.N., de solo 21 años de edad recibió un golpe por alcance a menos de un kilómetro de culminar el tramo de la carretera de la comisaria citada, pues el motociclista pretendía dirigirse a Chicxulub, donde reside.
El impacto fue tal que su motocicleta Italika FT250 con placas de circulación del estado de Yucatán 88 DLN4, terminó destrozada del frente, aparte de que terminó averiada tras avanzar varios metros sobre el pavimento luego del choque que otorgó un presunto turista.
La velocidad por encima de los cincuenta kilómetros por hora, causó que el veinteañero acabe en una situación lamentable, pues el rostro lo tenía desfigurado y con raspones que llenaron de sangre su cuerpo, aparte de que quedó noqueado en medio de los dos carriles de esta vía.
Fueron vecinos del sitio, quienes enseguida hablaron a las autoridades como la SSP y la DSPT que en esos momentos ejercían rondas de vigilancia en la zona costera como parte del operativo vacacional, por lo que a la brevedad se implementó un operativo en el área.
También se tuvo la llegada de paramédicos de la Cruz Roja delegación Progreso, quienes procedieron a llevar al agraviado rumbo al centro de salud con servicios ampliados que se sitúa pasando el puente de la comisaria y el puerto de abrigo de Yucalpetén, sin embargo, ante la gravedad del caso, se ameritó hacer el traslado hasta el Hospital “Agustín O´Horán” de Mérida.
El otro caso sucedió durante las horas de la madrugada cuando un motociclista perdió el control de su móvil y acabó golpeando un carro de la marcha Chevrolet con placas de circulación yucatecas YZU-335-D, cuyo dueño se identificó como Gabriel V.Y.
Lo increíble del caso, es que luego del encontronazo entre la moto y el carro que permanecía estacionado afuera de un predio particular, el culpable de este incidente procedió a huir de la escena, dejando en una confusión total a los vecinos y al propietario del carro que ya había comenzado a perder estribos por la situación.
El percance se tuvo en la calle 20 por 21 y 23 de la misma comisaría, aunque en esta ocasión sí se pudo identificar al responsable gracias a la dirección de seguridad pública y tránsito municipal que inició investigaciones con los pobladores del sitio.
Para llevar a cabo la reparación de daños correspondiente, se tuvo la presciencia de uno de los familiares del motociclista, pues la parte trasera del automóvil acabó con diversos daños e incluso con un desperfecto notable en el área de la matrícula de circulación.
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GC
