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Campeche

Coyotaje, ruina de palmicultores

ESCARCEGA, Campeche.- A pesar de la promesa del Gobierno Estatal de que la siembra y cosecha de la palma de aceite era la mejor estrategia para hacer producir al campo campechano, la situación por la que atraviesan los palmicultores sigue siendo incierta y, hasta ahora, a ninguno de ellos les ha llegado la bonanza prometida, aseguró Leopoldo Pérez De la Cruz, productor de la región de Oxcabal.

Denunció que actualmente los que se siguen llevando las ganancias que genera la producción de palma son los “coyotes”, quienes han hecho del intermediarismo su fuente de fortuna, aunque en ello también han tenido responsabilidad los acopiadores, que prometieron captar toda la producción generada por los campesinos, quienes siguen estando en la misma condición de pobreza.

Los productores, agregó, siguen teniendo problemas para conectar sus cosechas con buenos mercados y para obtener las ganancias que proyectaron para la industria tanto el gobernador Alejandro Moreno Cárdenas, como el ex secretario de Desarrollo Rural, Armando Constantino Toledo Jamit, que presentaron el cultivo de palma de aceite como la salvación del agro campechano.

Tierra árida con palmicultivo

“Hay gran decepción entre los productores que decidieron dejar a un lado la siembra de maíz, frijol o de chihua para apostarle a la siembra de palma de aceite, a costa de acabar con decenas de hectáreas de tierras, en las que a pesar de que han logrado hacer crecer sus plantaciones, ahora se hallan en la disyuntiva de qué hacer con los frutos de éstas, porque hay poco interés de los centros de acopio por adquirir sus cosechas”, apuntó.

Pérez De la Cruz señaló que atrás quedaron las promesas de que se les pagarían precios justos por enfocar todos sus esfuerzos y sus tierras para la siembra de la oleaginosa, ya que insisten los palmicultores en que es poca la producción que les están admitiendo, y eso los obliga a aceptar los precios de risa que les ofrecen los intermediarios que están sacándole jugo a las promesas incumplidas de las autoridades.

(Texto: Martín Contreras / Fotos: Martín Contreras / Especial)

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