Síguenos

Última hora

Estas son las 18 entidades de México en despenalizar el aborto: EdoMex se suma a la lista

Campeche

Seguridad, gasto necesario

CAMPECHE, Cam., 16 de septiembre.- Aunque costosa, las tecnologías de vigilancia electrónica y el personal de seguridad no garantizan una protección definitiva en contra de los comercios y viviendas; sin embargo, son elementos persuasivos que limitan o desincentivan la acción de la delincuencia.

“Lo que hoy se pueda invertir en beneficio o protección del patrimonio no es un gasto banal, sino una necesidad, ante la imposibilidad del Estado de salvaguardar la integridad de los ciudadanos y de las instituciones”, manifestó un empresario del ramo abordado, quien -por justificadas razones- exigió la omisión de su nombre.

La capital de Campeche, sede gubernamental del que es considerado como uno de los de los Estados más seguros del país, es también domicilio de centenares de empresas y ciudadanos que, tras la amarga experiencia de haber sido víctimas de la delincuencia, no han dudado en invertir en el rubro de seguridad.

En consecuencia, la falta de capacidad gubernamental para garantizar la seguridad de bienes y de los ciudadanos se traduce en un gasto millonario para quienes lo pueden sufragar, a pesar de que constitucionalmente ese derecho debe de ser plano y propio para todos los mexicanos.

Tras las indagaciones realizadas por los reporteros de POR ESTO! se concluyó que quienes tienen posibilidad de realizar un gasto en aspectos de seguridad, no lo dudan. El mejor incentivo, en la mayoría de los casos, es el haber sido objeto de algún acto criminal.

El precio para suplir una responsabilidad o labor que debe ser proporcionada por el Estado no es módico, pues dotar de sistema de vigilancia cibernética a una modesta casa de interés social supera a veces los 15 mil pesos. En el caso de una residencia de mayor proporción, los sistemas electrónicos superan los 30 mil pesos y, cuando se requiere la presencia de personal de vigilancia, el gasto se eleva exponencialmente.

Los más desconfiados no dudan en realizar inversiones sofisticadas como perímetros trampa, rodeados de cercos metálicos dotados de púas y, en algunos casos, electrificados.

En el ramo industrial, dependiendo del valor del patrimonio que se pretende proteger, la inversión puede ser millonaria, pues no solamente se requiere de personal y equipo táctico, sino de sujetos y técnicas especializadas en el combate de riesgos de amenazas delincuenciales.

Púas contra la inseguridad

Con alambrados de púas o hasta vigilantes en el exterior de las viviendas durante la noche, los campechanos han tenido que aumentar las medidas de seguridad para proteger sus bienes y su persona, por ende han incrementado el presupuesto que destinan a este rubro.

De manera general la compra de cámaras de circuito cerrado o cerraduras reforzadas, el levantamiento de bardas de mayor altura, la colocación de alambres de púas, vidrio o alambrados eléctricos, así como la compra o adopción de perros para vigilancia y la adquisición de equipos de video-vigilancia, son algunas de las medidas tomadas en los últimos tres años por los ciudadanos que se encuentran hartos de los robos y la inseguridad.

Aquellos que tienen un mayor presupuesto han optado por instalar rejas electrificadas, contratar vigilantes o veladores.

El equipo del diario POR ESTO! realizó una consulta en diversas ferreterías de la entidad en donde la mayoría de los encargados, quienes debido a las políticas internas de sus empresas no pueden revelar su identidad, coincidieron que tan sólo en los últimos 6 meses la venta de enseres de seguridad, como candados y alambrados de púas, incrementó hasta en un 90 por ciento.

De acuerdo con uno de los empleados, al día se llegan a vender en promedio entre 6 y 8 candados y en promedio dos o tres alambrados, cuando hasta hace unos meses se vendía ese mismo número a la semana y un mes, respectivamente.

“Los ciudadanos ya encadenan y amarran hasta las macetas por los robos, aquí vienen a comprar para todo, incluso para encadenar sus motos. La gente que vive en casas pequeñas y no tiene dónde guardarlas viene seguido a conseguir un candado o una cadenas para protegerse de los rateros”, comentó el señor Francisco López.

De igual forma mencionó que a la par de candados y alambrados, se venden otros artículos de seguridad, como picaportes, cerraduras reforzadas, cadenas para asegurar puertas, ventanas, rejas y objetos que dejan en el exterior y hasta cajas fuertes reforzadas.

El gasto depende de las posibilidades económicas de cada persona. Una constante es que buscan aquellos candados más reforzados o los que se vean de mayor volumen o más difíciles de violentar o romper.

En las ferreterías los precios de los candados van desde arriba de 20 pesos hasta 390 pesos, así como cerraduras de protección que van de 150 a 500 pesos.

El vendedor mencionó que de manera paralela también se ha incrementado la venta de machetes, aunque estas herramienta se encuentran consideradas como un instrumento de jardinería, sí podrían estar siendo utilizados por las familias para proteger sus viviendas o para sentirse seguras.

Asimismo indicó que también ha aumentado la cantidad de personas que llegan a la tienda en busca de pequeños bates de madera, pero que al menos en su caso, la empresa para la que trabaja no maneja ese tipo de mercancía.

Reconoció que aunque la venta no es tan alta, sí se venden algunos de estos objetos a la semana con precios de 98 a 199 pesos. “No le puedo decir que sean para eso, pero sí se venden más o hay gente que pasa y pregunta por ellos, aunque no los compre”, advirtió el empleado del negocio.

En otra de las ferreterías, el personal de ventas señaló que como medida de seguridad los ciudadanos también han comenzado a invertir en más en sistemas de iluminación. Desde focos más grandes o de mayor capacidad hasta sistemas de iluminación por movimiento son algunos de los productos que han buscado los clientes con mayor insistencia en los últimos meses.

En menor medida, pero entre la lista de productos que también han sido adquiridos para ser utilizados en caso de ser víctimas de la delincuencia, están otros productos que se venden para seguridad personal, como el gas pimienta o equipos de descargas eléctricas, que son comercializados en tiendas “de chinos”, con costos accesibles de 70 a 300 pesos.

En cuanto a las cámaras de video-vigilancia la oferta es muy amplia y los precios varían según la necesidad del cliente. Por ejemplo, para una cámara falsa, el precio va desde los 100 pesos, y hasta arriba de los mil pesos por una verdadera cámara, o más costoso por el paquete de varias cámaras.

Diversos negocios o personas ofrecen sus servicios para la colocación de circuito cerrado para casas habitación o comercios, que han sido los más atacados.

De manera general, negocios de la capital de Estado ofrecen kits básicos para casa o negocios con precios de 900 a 15 mil pesos, dependiendo de la calidad de los aparatos, la capacidad y si es con o sin instalación.

La mayoría de los ciudadanos que deciden invertir son por lo general personas de clase media que hacen un esfuerzo por proteger sus viviendas o negocios de la delincuencia, y que cada vez son más utilizados en colonias y fraccionamientos populares.

La contratación de elementos de seguridad para casas particulares, fraccionamientos o negocios también ha repuntado en los últimos años.

De acuerdo con uno de los empresarios de este giro, las solicitudes para servicios de seguridad privada y vigilancia se han incrementado en cerca de 15 por ciento.

Explicó que el rubro que más ha crecido es la contratación de vigilantes para casas habitación de fraccionamientos, unidades habitacionales y residenciales, servicio que anteriormente no era tan requerido, pero que ya no es una opción, sino una necesidad.

De manera general la contratación de un guardia de seguridad tiene un costo de 280 pesos al día por un turno de 12 horas en una empresa constituida, esta cifra aumenta en negocios, dependiendo de las necesidades que cada empresa tenga y para qué requiera la vigilancia.

Estas mismas empresas ofrecen en la mayoría de las ocasiones el servicio de instalación de circuito cerrado.

En entrevista, la presidenta de la Federación del Pequeño Comercio en el Estado de Campeche, María Candelaria González Cajún, señaló que para prevenirse de la delincuencia, los integrantes de la Federación del Pequeño Comercio también refuerzan puertas y ventanas en sus respectivos locales, ante la escasez de recursos para instalar cámaras de circuito cerrado u otros sistemas de alarma.

Vigilancia en la industria

Dependiendo del valor del patrimonio que se pretende proteger, la inversión puede ser millonaria, pues no solamente se requiere de personal y equipo táctico, sino de sujetos y técnicas especializadas en el combate de riesgos de amenazas delincuenciales.

Un experto en el ramo asegura que hay corporativos comerciales cuya inversión supera los 10 millones pesos anuales, pues supone la contratación de diversos servicios que van desde el cuidado de la mercancía que expenden, la seguridad de sus ejecutivos y la transportación de sus valores.

“En el comercio o la industria existe un enorme flujo de activos. El dinero va y viene. Se debe cuidar desde el flujo de la mercancía hasta el traslado de mercancías de valor cualitativo.

“La empresa NO puede descuidar el tema de la seguridad, ya que el asunto no involucra únicamente al papel moneda, joyas y otros artículos de valor, sino elementos que son imponderables, como lo es la vida humana, cuyo costo es prácticamente invaluable.

“Hoy la mayoría de los valores se manejan en forma electrónica. Eso disminuye el riesgo, pero no puedes dejar de ser objeto a agresiones como el secuestro. En cada nivel se aplican métodos y requerimientos de seguridad. Lo que se invierte en ese rubro ya no es un gasto superfluo, es una necesidad”, recalcó el entrevistado.

Esa misma fuente afirmó que incluso en Campeche, considerado uno de los Estados más seguros del país, empresarios y funcionarios requieren de servicios de seguridad considerados de elite, entre ellos la disposición de personal capacitado para afrontar actos terroristas y unidades automotrices capaces de soportar ataques de artillería regular.

(Jorge González/Fotos Wilgen Lara)

Siguiente noticia

Derechos, inalterables, exige el SNTE