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Campeche

Acciones urgentes ante amenaza de llegada de hidrocarburo a la Isla

A más de un mes de un derrame de hidrocarburos ocurrido en la zona de la Terminal Marítima de Cayo Arcas, ubicada a 180 kilómetros de la Isla del Carmen y a escasos tres kilómetros del sistema arrecifal del mismo nombre, investigadores de la Universidad Autónoma del Carmen (Unacar) fijaron posicionamiento público a través de una carta proporcionada a medios de comunicación, en el que dan a conocer la magnitud del problema que se había mantenido oculto por varias semanas, pero que, con la presencia de fenómenos meteorológicos como frentes fríos en la región, la mancha de crudo ya ha empezado a recalar en el litoral del Estado siendo ya inocultable.

Desde el mes de octubre han monitoreando la afectación al ecosistema marino y la evolución de la mancha de supuesto petróleo crudo, de una extensión de más de 4 mil 500 hectáreas que afectó principalmente el entorno del Cayo Arcas, pero que puede repercutir en zonas de influencia del Area Natural Protegida “Laguna de Términos”, pero no han sido tomados en cuenta ni por las autoridades ambientales ni por Pemex.

En torno al tema del derrame, se entrevistó a la doctora María del Rocío Barreto Castro, investigadora de la Facultad de Ciencias Naturales de la Unacar, quien refirió a POR ESTO! la necesidad de que se atienda esta problemática y se deje de ocultar por parte de las autoridades implicadas.

“A mí me invitaron a la primera reunión dos semanas después de que había ocurrido el derrame, una de las investigadoras, a través del satélite, fue dándole seguimiento a la mancha de crudo y ella fue la que detectó la extensión que había alcanzado ya, porque Pemex había declarado que solamente se habían derramado 80 litros de aceite, pero resulta que no fue así, cuando esta investigadora empieza a buscar vía satélite cómo estaba lo del derrame se da cuenta que no eran 80 litros de aceite, sino que era algo más espeso y de mayor extensión”, narró.

“Con la foto satelital no se puede decir con precisión si es crudo y cuánto, pero sí se le puede dar seguimiento, a la fecha que a mí me llamaron, que fue como a los días del derrame ya había alcanzado 220 hectáreas de extensión, y después ya iba en más de 4 mil hectáreas, entonces eso no era un derrame simple, si no que estaba realmente enorme”, confirmó.

Expuso que, pese a la gravedad de la situación, aún se mantiene el silencio y la comunidad científica local no está siendo tomada en cuenta, “ya empezaron a salir unas fotografías y el posicionamiento de los investigadores ya se está difundiendo, no nos han estado tomando en cuenta para nada, sí necesitamos que esto tenga un seguimiento como debe de ser, porque se está ocultando la información. Supimos que Pemex convocó a otras instituciones, como el Cinestav y otra más, por este caso en específico, pero no a los investigadores de la Unacar, así que no estamos enterados sobre los qué sucedió en esa reunión”, reveló.

“Solamente se sabe que sí ocurrió el derrame, pero de ahí ya no han hecho más, no han hecho nada y el problema sigue, y ahorita con los fenómenos meteorológicos que ha habido, seguramente el crudo ya estuvo avanzando más, es un hecho que hay ya manchas en especies, hay fotos en donde está terrible la situación, pero existe el temor de hacerlas públicas”, dijo.

La investigadora señaló que como universidad forman parte de consejos consultivos del Area Natural Protegida, que tampoco están siendo convocados, y por parte de la Conanp también priva el hermetismo.

Cronología del derrame

Investigadores señalan que el derrame ocurrió el pasado 4 de octubre en la Terminal Marítima, afirman que se ha afectado el complejo sistema de cayos ubicados a 180 kilómetros de Carmen, una zona de anidación, migración y descanso de tortugas marinas y aves migratorias, donde hay una comunidad coralina altamente diversa y de especies únicas.

El 8 de octubre, ante los rumores y la falta de información que corroborara el derrame, a través de imágenes satelitales del Radar de Apertura Sintética, Sentinel 1, observaron el potencial derrame con un origen en una de las boyas de la terminal cuatro días antes, con un área detectada de impacto de 220 hectáreas. Para el día 7 del mismo mes, la mancha había crecido hasta alcanzar cerca de 4 mil 500 hectáreas.

El 18 de octubre presentaron la relevancia biológica del Sistema Arrecifal y los resultados del análisis de las imágenes satelitales a personal de Pemex, Secretaría de Marina (Semar) y del Area de Protección de Flora y Fauna (Conanp), haciendo de su conocimiento la afectación de decenas de patos bobo empetrolados, cientos de crías de tortuga marina yendo hacia la zona contaminada, así como una extensión indeterminada de playas arenosas y rocosas con petróleo; pero no fueron tomados los suficientemente en serio.

A decir de los especialistas, desde ese entonces expusieron la necesidad de seguir los protocolos que marca el Acuerdo Secretarial número 249 del Plan Nacional de Contingencia para Derrames de Hidrocarburos y Sustancias Nocivas Potencialmente Peligrosas en las Zonas Marinas Mexicanas (DOF: 24/10/2016), como parte de la activación del Organismo de Coordinación Local; la necesidad de realizar un diagnóstico ambiental y seguimiento del evento por terceras partes y no por los proveedores regulares de Pemex; se propusieron distintas estrategias de apoyo técnico a Pemex y a la Semar, solicitando explícitamente que se considerará su interés, conocimiento de la zona y experiencia en el tema de derrames para contender con la emergencia. Sin respuesta alguna.

En ese tenor, manifiestan su extrañeza por la forma de actuar informal, y por la desinformación respecto al caso, ya que a más de un mes se desconoce de manera oficial las características del derrame, magnitud y tipo específico de hidrocarburo.

En el documento dirigido a la Agencia de Seguridad Energía y Ambiente (ASEA), a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), a las instancias académicas, ambientales y de energía federales, estatales y locales, así como a las organizaciones de la sociedad civil de carácter ambiental y a los ciudadanos interesados, llaman a tomar acciones urgentes dada la extrema importancia ecológica de esa área.

(Texto: Carlos Valdemar /

Fotos: Especial)

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