CHAMPOTON, Cam., 15 de noviembre.- En estos momentos, todo parece indicar que la situación deplorable en la que se encuentra el municipio de Champotón no cambiará, ante la falta de capacidad del presidente municipal y sus funcionarios.
En el municipio reinan problemas como el desvío de recursos, o sea el impuesto de los champotoneros lo están sustrayendo o desviando para otros fines, con la complacencia o complicidad del Cabildo.
Estas malas prácticas el PRI siempre las ha llevado a cabo, haciendo política con el recurso público; los funcionarios emanados de ese partido hacen obras fraudulentas, para robar o sustraer dinero para las aspiraciones de sus candidatos, como en esta ocasión lo hace el ex alcalde José Luis Arjona Rosado, quien anunció con bombo y platillo un parque acuático en su trienio y que hasta el día de hoy no funcionó; ahora lo están promoviendo para ser presidente del PRI en el Estado.
Ante la falta de capacidad de los funcionarios y el negocio que hacen con las arcas municipales, cada día esta administración se está hundiendo, ya sea por una u otra razón, cada día se va perdiendo credibilidad de las autoridad que han administrado los recursos en el que fuera el municipio más grande del Estado de Campeche.
El primer año de administración municipal se puede contar como perdido y con justa razón, ya que nuestras autoridades presumieron incluir a funcionarios de primer nivel, honestos, con gran experiencia en la administración pública y lo único que han demostrado es su falta de capacidad o desinterés en esta comunidad.
La ciudadanía sabe muy bien que a todas esas personas se les está pagando un sueldo bastante bien remunerado sin dar resultados positivos y sólo están ocupando los cargos públicos para beneficiarse ellos, sus familias y muy allegados a su persona. Así como para conseguir otras posiciones públicas o políticas, sin importarles las deficiencias, carencias o perjuicios que sufre la ciudadanía.
Pero todo ello es por la falta de eficiencia y desconocimiento de lo que es una verdadera administración pública municipal, solapados por el presidente municipal y los propios regidores, porque están peor: aún no saben para qué fueron elegidos, lo que sí saben es cobrar puntual su quincena y disfrutar de los banquetes de ricas viandas que les ofrecen, para que gustosamente levanten la mano y aprueben recursos para ser también beneficiados.
Los champotoneros siguen esperando la anhelada justicia, porque es un secreto a voces la malversación de fondos de anteriores presidentes municipales. Tal es el caso del famoso “Parque Acuático”, que se edificó en la unidad deportiva y que hasta el día de hoy los ciudadanos todavía no lo ven; los semáforos que no funcionan, etc.
La Contraloría municipal, estatal y la Auditoría Superior de la Federación hacen algo contra los corruptos, ¿en dónde quedó la Unidad de Transparencia de la Administración Pública?
(Erasmo Cruz Díaz)