Eudaldo Chávez Molina
¡Crónicas del T`nab!
La detención de Genaro García Luna, exsecretario de seguridad pública en los sexenios de Fox, Calderón, y sus nexos con Enrique Peña Nieto beneficiario del tráfico de drogas y sobornos millonarios para su proceso electoral ha sacudido los cimientos del viejo régimen, que ya no aguanta más ante el verdadero desmantelamiento del putrefacto sistema político mexicano, y han salido de la sombra del narco a la luz de la verdad.
En este contexto hay que recordar que violenta y sangrienta crisis de inseguridad que enfrenta nuestro país desde hace más de 20 años, y que ha costado miles de vida en los gobiernos prianistas, sus autores intelectuales tienen nombre y apellidos, Fox, Calderón y Peña Nieto.
Genaro García Luna, el siniestro jefe policiaco encumbrado en las administraciones panistas, sentó las bases para el crecimiento y dominio del crimen organizado que operó bajo la cúpula del poder presidencial al costo de un baño de sangre en más del 70% del país.
Bajo el desgobierno del priista Enrique Peña Nieto, los capos de la droga se mantuvieron protegidos y los funcionarios aliados siguieron en los altos puestos de los principales cuerpos de seguridad y cercanos a Genaro García Luna que realizaban el cobro de sobornos a destacados jefes del crimen organizado. Yucatecos que tenían cargos menores se encargaban también de participar en encomiendas de este tipo, porque eran cercanos al jefe nacional de seguridad.
Toda una generación de políticos corruptos surgido del Prian, se convirtieron en los artífices de la inseguridad nacional, herencia maldita que dejaron al nuevo régimen, siendo sustituido en forma digna y decorosa por el gobierno de la Cuarta Transformación que encabeza Andrés Manuel López Obrador como presidente de la república.
Esta detención del funcionario federal más emblemático de los corruptos gobiernos prianistas, revela el alto índice de degradación política en que se han desenvuelto los representantes icónicos de la política mexicana.
Gobiernos prianistas actuaron bajo el lodo y el estiércol.
Dependencias que se han movido en los sótanos y drenajes de la cloaca bipartidista, aliados de siempre, cómplices de antaño, si no fuera por el triunfo de la Cuarta Transformación apuntalada por la decisión popular, nada se hubiera confirmado acerca del actuar de los gobiernos prianistas, aunque el grueso popular sabía de los actos escandalosos de corrupción e impunidad que se fueron acumulando durante casi un siglo.
Esos actos de saqueo criminal del presupuesto que paga el pueblo se dieron en todas las dependencias, todas están contaminadas por el hedor de la corrupción, que van desde el desvío de recursos de la Estafa Maestra hasta los narco gobiernos prianistas. Los cárteles de la droga gobernaron en alianza con el Prian bajo una simulación de combate al narco.
Bajo los sexenios prianistas de Fox, Calderón y Enrique Peña Nieto los cárteles del tráfico de estupefacientes, fueron nada más y nada menos que apéndices oficiales en el organigrama de las Secretarías de Estado. Por eso ¿Cómo iban a detener al chapo Guzmán? Y menos a las demás organizaciones del crimen organizado como el de Ismael Zambada “el mayo”, entre otros porque eran parte del gobierno federal.
En enero de 2018 el colombiano Alexander Cifuentes afirmó que el chapo le entregó un pago más a Peña Nieto por 150 millones de dólares para seguir teniendo protección del poder presidencial, y después de su “triunfo” Peña Nieto buscó a Loera Guzmán para pedirle 250 millones de dólares más para garantizarle protección durante todo el sexenio y llegaron a un acuerdo. Son una madeja del hilo que tejió la narcoviolencia que hoy padece nuestro país, y que los amnésicos dirigentes de partidos inmorales pretenden endilgar al gobierno de la Cuarta Transformación.
Guerra simulada al narcotráfico
Como autores intelectuales los tres últimos expresidentes de la mafia del poder simularon una guerra contra el narcotráfico que ha costado más de 400 mil vidas que Marko Cortés trata de olvidar, pero que sigue vivo en la mente del pueblo mexicano. Tanto Fox, como Calderón y Peña Nieto recibieron sobornos del cártel de Sinaloa y de los Beltrán Leyva por más de 500 millones de dólares para dejarlos operar y perseguir a sus acérrimos rivales.
Y Martha Sahagún y sus hijos Manuel y Jorge Bribiesca Sahagún también son investigados en E.E.U.U.por tráfico de químicos para fabricar drogas sintéticas, y todos son distinguidos personajes políticos del PAN, los que piden sangre mucha sangre para entronizar al chapo fueron sus aliados y cómplices. ¿Cómo la ven?
Durante el sexenio de Calderón y Fox, en medio de la farsa del combate a las drogas era evidente y denunciado en este país y en otros, que el cártel de esos sexenios era el de Sinaloa, ¿lo sabías Marko Cortes dirigente nacional del PAN? Con Enrique Peña Nieto el cártel de cabecera fue el cártel Jalisco Nueva Generación y también lo era de varios exgobernadores como el de Campeche, cuya investigación vigente lo coloca bajo la lupa de la justicia, por eso el deslinde visible del actual gobernador Carlos Miguel Aysa Gonzàlez y su acercamiento con el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador. No es traición a Alito, es congruencia, estrategia política y blindaje legal. Sálvese quien pueda.
A partir del triunfo del pueblo que abandera Andrés Manuel López Obrador, desde el 1 de diciembre de 2028, se empezó a desmantelar en serio, el arcaico sistema neo porfirista, que padecía de un cáncer político que parecía irremediable. Cotos de poder amalgamado con los conservadores dueños del poder económico, políticos corruptos que amasaban fortuna bajo el hambre y la miseria del pueblo han ido cayendo bajo los escombros del viejo régimen.
Oligarcas al servicio de la inmoralidad, la burguesía que se creía decente, de la casta divina hoy ha tenido su revelación más vergonzosa. Riqueza mal habida, dinero robado al pueblo, dinero del pecado electoral apara goce de los cachorros de la revolución, que hoy se miran al espejo y ni siquiera ellos son capaces de soportar su propia vergüenza.
Ese es el viejo régimen que se negaba a morir, y que se resiste con románticos golpes de estado en su vano intento por detener el avance de la Cuarta Transformación. No Pasarán, no regresarán, se quedarán vestidos y alborotados en su suspiros y nostalgias. Los tiempos de esplendor de la derecha reaccionaria no volverán.
Ha caído el más emblemático de los corruptos encubados, protegido y criado a la usanza de la soberbia y la inmoralidad del prianismo. Acostumbrados a robarle al pueblo, amasar riqueza y partir al extranjero a disfrutar de lo que le arrebatan a los que más lo necesitan como un acto de elemental justicia debieran tener, lo que da sentido al Instituto para devolverle al pueblo lo Robado,
Genaro García Luna, es el rostro más apegado a la verdad del arcaico gobiernos prianista, rancia esencia del neoporfirismo, moralmente derrotados, no alcanza a digerir su fracaso, y embisten por medio de marchas fifís para auto engañarse en la falsa creación de un poder que ya no tienen.
Los tres expresidentes Fox, Calderón Peña Nieto deben de responder por traición a la patria, el daño causado es irreparable, la tragedia es irreversible. No basta el congelamiento de cuentas bancarias y la cárcel. Ni Rosario Robles es un trofeo que tenga que presumirse, pero tampoco Genaro García Luna es el último bastión del saqueo inmisericorde de la patria. Vendrán más, hasta exgobernadores.
Simplemente son los más inmorales, los insaciables que dieron la cara por los tres indiciados, a los que ya el pueblo sentenció por medio de un juicio sumario, el juicio del pueblo es inapelable. Ni la Suprema Corte de Justicia de la Nación puede revertir esta sentencia soberana que emana del pueblo mismo.
Con la cloaca abierta, el pueblo mexicano confirma el dramatismo en que viven, y se aclaran los recovecos en que se movieron los presidentes surgidos del Prian, el binomio infernal que escudriño las entrañas del país para buscar y explotar toda su riqueza a sus anchas.
Renato Sales, “manchado” de complicidad
Hay otra revelación que puede interesar a la vez, más aún a los campechanos, y se refiera a las revelaciones en el juicio de Nueva York, cuando el abogado del chapo en México José Luis González Meza, aseguró que Enrique Peña Nieto recibió 2 mil millones de dólares para su campaña del 2012.
Después este mismo abogado interpuso una denuncia penal en la Fiscalía General de la República en contra del expresidente priista Enrique Peña Nieto, así como en contra del exsecretario de gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, el exsecretario de Relaciones Exteriores Luis Videgaray, el extitular de la PGR Raúl Cervantes y el ex comisionado de seguridad Renato Sales Heredia, a quien se involucra en este escandaloso asunto de la narcopresidencia. Así el campechano aparece en el escenario de las complicidades en el momento menos oportuno, y hoy está bajo sospecha. ¿Este es el PRIAN que quieren sus dirigentes que regrese? Imposible, el regreso de la derecha reaccionaria es imposible.
Pues con estas acciones de corrupción se colige que el auge que del narco, tuvo en los sexenios prianistas la protección del Estado Mexicano, como sucedió en los tres anteriores sexenios. Las muertes violentas no cesaron, se reducirán cuando se castigue a los principales autores intelectuales de esta masacre y que son los expresidentes Fox, Calderón y Enrique Peña Nieto, en contra de quienes el pueblo mexicano exige y reclama juicios apegados a derecho que los lleven a la cárcel y a la congelación y a devolución de sus millonarias cuentas bancarias.
Y es que los gobiernos prianistas fueron vergonzosos generadores de hechos ilícitos, gobiernos que se movieron entre el lodazal del estiércol que corrió por los drenajes de Los Pinos, hechos repudiables, inmorales e ineptos que merecen el juicio sumario de la historia. El pueblo mexicano ya los condenó al basurero de la historia. ¡No regresarán?