CAMPECHE, Cam., 31 de marzo.- El Obispo de Campeche, Francisco González González, en el cuarto domingo de la Cuaresma invitó a la conversión, “porque para convertirse es necesario dejar los caminos que llevan a la perdición y por lo tanto hay que encontrar el camino correcto.
“La conversión es el camino que nos lleva al Padre, que nos hace encontrarnos con los demás como hermanos y hermanas, que nos hace sentirnos en casa”, expuso.
Asentó que en la parábola del Evangelio habla precisamente de la conversión del hijo pródigo, el cual se había ido por otros caminos y sin darse cuenta se había extraviado y había derrochado lo mejor que tenía, que es el amor de su familia.
Destacó que el hijo pródigo creyó que podía vivir por su cuenta, pues estaba seguro de que con sus propias fuerzas podría conseguir todo lo que se propusiera y se encontró con el fracaso.
González González expresó que las lecturas de este cuarto domingo de la Cuaresma acentúan la idea del retorno, siempre acompañado de conversión, que consiste en la renovación del corazón para vivir con más entusiasmo la fe.
“La parábola del hijo pródigo describe el viaje de cada persona, también del discípulo de Cristo, desde la lejanía del pecado o, simplemente, desde la apatía y la rutina para gozar del encuentro con el Padre”, aseveró.
Mencionó que mientras se hace el camino cuaresmal, la liturgia de la Iglesia ofrece esta hermosa parábola del hijo pródigo, para que los creyentes puedan gustar con agradecido corazón la grandeza de la misericordia de Dios hacia la humanidad y, por tanto, hacia cada uno de sus hijos.
El líder religioso expuso que Juan Pablo II decía en su encíclica “Dives in misericordia” que el amor de Dios en una historia herida por el pecado, se ha convertido en misericordia, compasión.
“La Pasión de Jesús es la medida de esta misericordia. Así entenderemos que la alegría más grande que damos a Dios es dejarnos perdonar presentando a su misericordia nuestra miseria, nuestro pecado”, puntualizó.