NUNKINI, Calkiní, Cam., 28 de abril.- Con una ceremonia religiosa, la entonación de las mañanitas y una procesión, fue celebrado San Diego de Alcalá, patrono de la comunidad de Nunkiní.
La celebración eucarística estuvo presidida por los sacerdotes Ponciano Can Naal y Rogelio Avila Gamboa, así como por otros sacerdotes invitados para esta ocasión especial.
En su homilía, el religioso mencionó que San Diego Alcalá nació en el año 1400 en España, miembro de una familia pobre, desde joven fue a un campo solitario a acompañar a un familiar que hacía allí vida de monje ermitaño y de él aprendió el arte de la oración y de la meditación, y un gran cariño por Jesús Crucificado. Se distinguió por unas grandes virtudes como su comprensión, la compasión, el arrepentimiento de sus pecados, el respeto a la naturaleza y el amor a los necesitados.
Al culminar la eucaristía, un grupo de custodios tomó en hombros a la imagen del Santo Patrono e iniciaron el recorrido por las principales calles de la comunidad acompañados por cientos de feligreses, quienes fervorosamente entonaron cánticos y alabanzas en su honor, quien como todos los años portó atuendo nuevo.
Al concluir la procesión con la imagen del Santo Patrono algunos pobladores ofrecieron a los asistentes rosquitas de harina, tazas, platos y diversos enseres como parte de su promesa o agradecimiento al santo.
Al igual que se llevó a cabo una de las tradiciones que aún se conserva, como es la quema del muñeco “U’Dzuli K’aak” (Caballero de Fuego). Esta costumbre inició cuando en el siglo XVII en la comunidad azotó la viruela negra de manera inesperada, por lo que los habitantes de lugar ofrecieron como manda un muñeco a San Diego de Alcalá, al igual que la quema de un monigote denominado “La Mestiza”, que fue ofrecida como promesa para calmar la cólera y milagrosamente el mal se acabó.
Cabe mencionar que esta celebración se realiza dos veces al año, la primera se realiza en el mes de abril al concluir la Semana Santa y la segunda en el mes de noviembre, fecha en que recuerda el onomástico de San Diego de Alcalá.
Esta tradición como cada año reúne a cientos de feligreses provenientes de los estados circunvecinos; cabe mencionar que cada año aumenta el número de visitantes, y con ello las nuevas generaciones se involucran en conservar las tradiciones en esta comunidad de Nunkiní.
(Jorge Aké Gutiérrez)