Sin haberles sido entregada hasta el momento la toma de nota por parte de las autoridades laborales, luego de las amañadas elecciones que celebraron el pasado mes de octubre del 2018, el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) y sus cuestionados dirigentes de las 36 Secciones se encuentran preparando la farsa con la que pretenden amagar al Gobierno Federal del Presidente Andrés Manuel López Obrador para no perder sus privilegios y para que se reconozca la dirigencia del corrupto Carlos Romero Deschamps, pues ya están integrando los comités de huelga para la revisión contractual que será en las próximas semanas, al vencerse el Contrato Colectivo de Trabajo que era para el periodo 2017-2021.
Este miércoles en Ciudad del Carmen, uno de los más cuestionados dirigentes hizo lo propio en la Sección 47 del STPRM, Víctor Kidnie de la Cruz, y su esbirro Víctor Matías Hernández Colunga, con la realización de una “asamblea extraordinaria” para la integración del comité de huelga, pero sin salirse de la simulación característica, debido a los reportes de trabajadores petroleros referentes a la llegada de acarreados, entre ellos gente no relacionada con el gremio petrolero llevada por líderes de colonia priístas.
En medios al servicio de la corrupta dirigencia se presumió la llegada de cerca de 5 mil agremiados a la asamblea, que fue usada para dar aliento mediante porras, cánticos y alabanzas a la manchadas figuras de los líderes petroleros como Kidnie de la Cruz y el propio Carlos Antonio Romero Deschamps, al que pintaron como el máximo representante de la honestidad y la probidad, pese a los múltiples señalamientos de enriquecimiento ilícito con las cuotas de los sindicalizados, al afirmar que ellos eran los “verdaderos petroleros”, los puntos abordados fueron precisamente la próxima revisión contractual y del tabulador de salarios.
Kidnie de la Cruz pretendió lavarle la cara al ícono de la corrupción Carlos Antonio Romero Deschamps, quien ha sido apartado de todo evento del Gobierno Federal, al afirmar que “a nuestro líder nacional se la ha acusado de todo, y se ha demostrado que son puras calumnias de personas que nos quieren desestabilizar”, desestimando el documentado terrorismo sindical, la intimidación y la censura para imponerse durante más de dos décadas.
Reforma laboral, impedimento
Aunque las actuales dirigencias del STPRM ya se encuentran preparando para amagar al Gobierno Federal en la próxima revisión del Contrato Colectivo de Trabajo con Petróleos Mexicanos (PEMEX), la reciente aprobación en el Senado de la República de la nueva Reforma Laboral será una piedra en el zapato a las ambiciones del “charrismo” sindical, que busca presentarse a las negociaciones con el Gobierno sin haber adecuado aún sus propios estatutos en concordancia con el nuevo marco legal.
De acuerdo con las nuevas disposiciones de lo avalado el pasado 1 de mayo, referentes a la legitimación de Contratos Colectivos de Trabajo (CCT), las revisiones contractuales deberán realizarse ante el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, donde se verificará que se haya hecho de conocimiento a los trabajadores el contenido del CCT, y que se le haya entregado un ejemplar impreso, y que este cuente con respaldo de la mayoría mediante voto libre y secreto, lo que a decir de sindicalizados petroleros, nunca ha ocurrido.
Sin embargo, también se define que hasta no entrar en funciones el nuevo mecanismo del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral planteado por la nueva reforma, será la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) la que establecerá el protocolo para efectuar la verificación de los puntos antes planteados dentro de un plazo de tres meses, protocolo en el cual intervendrá la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.
Además de que la consulta entre la base debe realizarse mediante voto libre y secreto, y no mediante asambleas a “dedo”, para lo cual el propio STPRM debería modificar sus estatutos acorde a las nuevas reglas en materia de democracia sindical, lo que hasta el momento no ha realizado el “charrismo” sindical encabezado por Romero Deschamps, por lo que sus asambleas, como la del pasado miércoles, van encaminadas a presionar y desestabilizar al Gobierno de López Obrador para mantener sus privilegios y los abusos contra los trabajadores, denuncian opositores a estas prácticas simuladoras.
(Texto: Redacción / POR ESTO! / Fotos: Especial)