En la localidad de Juan de la Cabada
ESCARCEGA, Cam., 7 de junio.- La semana pasada, Cristóbal Méndez Cruz amenazó con una escopeta a sus propios padres, a los vecinos del poblado Juan de la Cabada Vera y disparó en varias ocasiones contra elementos de la Policía Estatal Preventiva y de la Agencia Estatal de Investigación antes de huir hacia el monte, pero a pesar de ello ha retornado al pueblo y no cesa de amenazar a la gente, por lo que en un acta de asamblea los habitantes piden que sea expulsado del pueblo.
Eso ocurrió el pasado 1 de junio, como a las 11 de la mañana, pero a pesar de los esfuerzos por aprehenderlo al final logró su objetivo de emprender la huida hacia el monte, librándose de pisar cárcel, pero siguiendo en libertad para poner en grave riesgo a los habitantes de ese ejido, ubicado en la jurisdicción del municipio de Carmen, por lo que el pueblo decidió que deben ponerle un “hasta aquí”.
Ayer, POR ESTO! obtuvo una copia de un acta que se levantó en dicha comunidad, en la que se plantea la necesidad de que intervengan autoridades competentes para hacer algo respecto a la amenaza que representa para el pueblo el ciudadano Cristóbal Méndez Cruz, quien después de protagonizar ese episodio que puso en riesgo la vida de varios niños, a los que sin empacho apuntó con una escopeta calibre .16, se halla de nuevo haciendo de las suyas.
En el acta que se levantó, se incluyeron los antecedentes de lo ocurrido el pasado 1 de junio, y se detalla la forma en que el pasado día 5 acudió a la casa del agente municipal, Pedro de la Cruz Hernández, dispuesto a enfrentarlo por supuestamente haberle echado a la Policía hace algunos días, pero quien estaba en esos momentos era su esposa, con la que le dejó un mensaje.
“Dígale a su esposo que lo voy a lazar y que lo voy a arrastrar por las calles del pueblo”, fue la advertencia que Cristóbal dejó al agente municipal, quien pide que antes de que haya un baño de sangre o que el pueblo tome justicia por mano propia, se está a la espera de que las autoridades correspondientes intervengan al respecto para que se cumpla la voluntad del pueblo de que se vaya de ese lugar.
(Texto: Martín Contreras)