Hasta el momento no se sabe si los cementerios en la capital campechana estarán abiertos el 1 y 2 de noviembre, situación que generaría afectaciones por miles de pesos a los venteros de flores, alimentos, veladoras y los famosos “limpia tumbas”.
Por la pandemia de COVID-19 es una realidad que los pasillos de los camposantos ya no estarán repletos de ciudadanos, los limpia tumbas ya no podrán hacer su agosto en los festejos de los fieles difuntos y los vendedores de flores y veladoras están a la expectativa de lo que se decida por las autoridades de salud de Campeche.
En Samula el ciudadano Víctor Hugo explicó que en este momento se está aprovechando a dar limpieza a las criptas de sus difuntos para prevenir un cierre de las autoridades sanitarias los días más importantes de festejos a los muertos, principalmente para evitar aglomeraciones de ciudadanos.
Por parte de Esther Canche, vendedora de flores y veladoras desde hace décadas en el panteón de Santa Lucía, se explicó que no sabe cuál será el destino de quienes esperan el primero y dos de noviembre, fechas en las que en años pasados se han registrado importantes ingresos.
Recordó que en años pasados ha invertido hasta 10 mil pesos en la compra de veladoras y flores de temporada, cantidad que recupera con sus respectivas ganancias, pero en este 2020 no sabe que hacer, si se cerraran los panteones o si habrá chance de vender.
Por parte de la familia Jiménez Azar se aceptó que el cementerio de Santa Lucía está limpio, le han dado mantenimiento y la gente que viene previo a los festejos de los muertos también limpia los espacios donde descansan los restos de sus familiares, recordando que desafortunadamente no saben cuál será el destino y la decisión por tomar de las autoridades de salud.
En San Román la situación no es diferente, las personas que laboran en el lugar están a la expectativa de las actividades, limpiando los camposantos pese a lo que calificaron como una mala sensación, porque con tal de evitarse riesgo de contagios masivos por la importancia de las fechas se podrían suspender las visitas el primero y dos de noviembre.
Cabe recalcar que el cementerio de Samulá igual tiene aceptable imagen, con pasillos limpios y poca gente, previo a los festejos de los muertos.
Con información de David Vázquez