Cerca de 25 ejidatarios se trasladaron a una distancia de aproximadamente dos kilómetros de la carretera federal con rumbo a la carretera Calkiní-Uxmal para buscar a representantes de la empresa que explota material en los bancos otorgados por el ejido y conocer la dimensión que actualmente ocupa, así como los daños que ocasionaron en uno de los pasos del rancho San Diego.
Al llegar en el lugar fueron atendidos por el responsable, que dio a conocer que el camino fue cerrado provisionalmente en el paso para los campesinos.
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Debido a que realizan trabajos al rellenar el camino para que éste sea transitable y de esta manera quede fijo para que evitar la circulación derca del perímetro donde maquinaria pesada explota el material pétreo, con lo que se evitarían accidentes.
Sin embargo, los hombres del campo pidieron ingresar a las tierras en cuestión, para verificar la dimensión de la explotación que se ha hecho hasta el momento, así como exigir cuentas para estar al día con el ejido y saber si los pagos correspondientes están en tiempo y forma.
No obstante, también se toparon con un área ya cercada, al parecer ya concretada por parte de la cementera para realizar los durmientes que serán utilizados para el tren Maya, tal y como lo dan a conocer los labriegos por lo que piden una explicación del porqué han instalado una empresa sin previo acercamiento con el ejido y de manera sospechosa se encuentra oculta.
Los labriegos pidieron los documentos correspondientes para que sean entregados la próxima semana, con lo que esclarecerán información sobre los terrenos que ocupan y la cantidad de material explotado en el lugar.
Asimismo, pidieron a la multinacional respetar las milpas de los ejidatarios que se encuentran por esta zona y que les permitan tener un paso libre, sin agresiones, ya que aseguran que algunos empleados de la empresa son irrespetuosos.
Cabe mencionar que el responsable de la cementera en todo momento se comportó accesible y respetuoso ante la petición que realizaron los ejidatarios.
Por Jorge Aké