La aduana del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México ocasionó el retraso de un originario de Escárcega que arribó a Carmen un día después de lo que tenía planeado, el motivo fue la revisión de un par de maletas con ropa, el afectado reportó abuso de autoridad.
Gilberto Hernández, quien hasta hace dos días vivía en la ciudad de los Ángeles, California, en la Unión Americana, contó que viajó con cuatro maletas desde esa aquel lugar con destino a la capital de México y fue bajar del avión en el aeropuerto capitalino que los guardias le dijeron que tenía que pasar a una revisión de su equipaje por la aduana.
Ya en dicho filtro, los agentes aduanales le exigieron que realizara una declaración sobre el contenido de sus bultos, a lo que declaró que portaba únicamente ropa y procedieron a revisar sus pertenencias para no encontrar nada más de lo que mencionó Gilberto con anterioridad.
El escarceguense denunció que al término de la exploración, los guardias dejaron sus pertenencias regadas por las mesas y sin consideración de que su vuelo estaba a punto de partir.
Estas acciones duraron alrededor de una hora y debido a ello, el vuelo de Gilberto despegó cerca de las 16:00 horas con rumbo a Ciudad del Carmen sin que lo pudiera abordar.
Afortunadamente la aerolínea en la que viajaría le proporcionó otro viaje con la misma tarifa hacia el mismo destino, sin embargo, este salía hasta las 6:15 horas del siguiente día, mientras tanto, la familia del afectado ya se encontraba lista para partir de Escárcega para llegar a recogerlo.
A causa de haber perdido su avión, Gilberto tuvo que esperar más de 15 horas en el aeropuerto capitalino, donde casi no tuvo oportunidad de moverse debido a la aplicación de medidas sanitarias que restringe el acceso a varias áreas de la estación.
Declaró que tuvo que comprar alimentos, pero señaló que en el aeropuerto de CDMX los precios de los alimentos aumentan, pues por una cena de hamburguesas, ensalada y café pagó cerca de mil pesos.
El denunciante aterrizó en la Isla hoy a cerca de las 8:00 horas a lo que se dijo agotado pues además de casi no poder descansar, tuvo que trasladar por varias zonas sus cuatro maletas.
Con información de Juan García