La aparición del virus SARS-CoV-2 provocó una contingencia global y el municipio no fue la excepción, ya que golpeó severamente la economía, dejó más pobreza y más desempleo.
Se tiene esperanza en que el próximo año el mundo tenga una vacuna para evitar mayores contagios y muertes, lo cual también reactivaría la economía de millones de personas.
María Elidía del Rosario Tuz Chan señala que viven una situación crítica debido a la pandemia, ya que su modo de subsistencia ha sido limitado y las autoridades no les han enviado ayuda.
Recordó que antes del inicio de la contingencia, ella y su esposo se sostenían como ayudantes de una cocina económica al vender panuchos, pero el confinamiento y las medidas sanitarias han afectado directamente su línea de empleo, ya que llevan ocho meses sin una forma segura de sobrevivir.
Dio a conocer que, en su vivienda, en el barrio de La Guadalupe, no cuentan con energía eléctrica, viven en una pequeña choza, tienen como cocina una enorme sombrilla para que el alimento sea cocinado en un pequeño fogón implementado en el suelo.
Precisó que requieren urgentemente del apoyo de las autoridades, ya que se ha inscrito para recibir los recursos de programas de vivienda, pero no ha sido beneficiada.
Aunado a la terrible situación que atraviesa la familia, una de sus hijas suspendió sus estudios de bachillerato, en espera de continuarlos más adelante, y la menor tiene que encomendarse con vecinos que cuentan con el servicio de Internet para cumplir con las tareas y continuar con su educación básica.
Por Jorge Aké