El pequeño productor de la comunidad de Chekubul, Antonio Gutiérrez y gestor social dio a conocer que afortunadamente en esta región no se detectó en este año ninguna plaga de langostas como en otros municipios del estado, entre ellos Hopelchén, pues de lo contrario los insectos hubieran acabado con los cultivos de maíz, frijol, tomate, chile y cítricos.
Gutiérrez Gutiérrez añadió que tiene conocimiento que en la región de Sabancuy tiene más de 30 años que no se ha visto la presencia de langosta porque las mangas de insectos llegan por la zona Norte del Estado y allí causan severas devastaciones porque arrasar con cultivos de maíz, frijol, sorgo, arroz, soya, chile, caña de azúcar, tomate, cacahuate, cítricos, plátano, coco y pastizales.
“Hace unos 15 días aproximadamente nos enteramos de que en el municipio de Hopelchén las autoridades y agrupaciones campesinas se sumaron para combatir a esa plaga de insectos y eso estuvo bien, para que las langostas no acaben con los cultivos y no lleguen a otros municipios”, señaló.
Añadió que cuando las infestaciones de langostas son muy severas en los campos o comunidades solo dejan los tallos en cultivos de maíz, caña de azúcar y árboles frutales. En cítricos, además de foliar, comer frutos y descortezar, las mangas de insectos provocan el quiebre de ramas, al posarse sobre ellas.
“Son daños severos que ocasionan no solo a los cultivos y árboles frutales, sino a todo tipo de árbol y esto también afecta apicultores, afortunadamente en la región de Sabancuy, no se ha presentado plagas de langostas por muchos años”, aseguró.
Según estudios científicos, la langosta es una plaga voraz que amenaza a los cultivos, campos de pastoreo y montes naturales de distintos sectores productivos. Sus agrupamientos, llamados mangas, son capaces de consumir una cantidad de cultivos equivalentes al alimento que necesitan 2.500 personas en un día.
Las mangas, tienen la capacidad de desplazarse a una velocidad de hasta 20 kilómetros por hora, alcanzando grandes distancias en poco tiempo, por lo cual representan un riesgo para el sector agrícola.