Las medidas de sanidad permanecen activas, pero son antepuestas por la alta movilidad social que se ha registrado durante el fin de semana en el mercado principal de Campeche
Las ventas navideñas y el pago de aguinaldos ha generado que un mayor número de personas recurra a realizar sus compras al "Pedro Sáinz de Baranda", poniendo en riesgo a la población de un posible rebrote de COVID-19 debido a que en el interior, no se mantiene la sana distancia.
El relajamiento de las medidas sanitarias ha llegado a un nivel delicado, tanto que la sana distancia no se cumple en sitios de alta movilidad como el mercado principal de la ciudad, donde, aunque se mantienen instalados los filtros de entrada y salida, la realidad es que ya no se verifica que el número de transeúntes en su interior sea solo del 50 %.
En los accesos, las personas aún se forman en filas para poder ingresar, empero ya no guardan su sana distancia mínima de 1.5 metros. Al llegar con los inspectores, se les aplica Alcohol- Gel y se les toma la temperatura; sin embargo, lo que han desinstalado es la carpa desinfectante.
Entre las 8:00 y 12:00 horas, el flujo de compradores se dispara, la mayor parte de ellos asegura que las compras para tener insumos alimentarios y el ahorro para las próximas celebraciones obliga a salir de casa. Es el caso de Martina Domínguez quien desde la colonia Cumbres llegó a este centro de abastos para hacerse de sus productos.
Al ser cuestionada sobre el peligro existente por COVID-19 y la posibilidad de contagiar por la alta movilidad, dijo que a ella ya fue portadora y que, pese a ello, tiene que salir porque vive sola con una de sus tres hijas.
Otra de las zonas que mayor flujo de clientes registró es la zona de verduras donde encontramos a Arturo Balam, que mientras guardaba sus productos a su morral nos confesó que la necesidad hará que la gente salga, aunque tengan temor. Además, señaló que la responsabilidad de mantenerse alerta es personal y que cada ciudadano debe estar preparado con sus aditamentos sanitarios.
En cuanto a los comercios del área caliente, donde también se ha incrementado el número de comensales, se mantiene la colocación de alcohol-gel en las manos antes de ingerir los alimentos, sin embargo, el número de mesas ha incrementado, tanto que muchos de los pasillos ya se encuentran lleno de sillas.
Con información de Jorge Chan