HOPELCHEN, Cam., 19 de febrero.– Tras darse a conocer los precios que la empresa Miel y Cera de Campeche ha fijado para la compra del dulce, los Centros de Acopio de la ciudad han iniciado la recepción del producto, aunque para generar el pago a los apicultores se tiene que pasar por un proceso de análisis que permita dar certeza de la calidad de la miel, particularmente por la presencia del factor HMF que tiene que ver con contaminantes y el color del dulce.
Lo anterior lo dio a conocer Alvar Haas Manzanero, encargado de uno de los tres centros de acopio de la ciudad, quien aseguró que de acuerdo al plan de compra 2020 se han fijado precios para la miel y en este caso se paga a 28 pesos el kilo con remanencia o a 30 pesos “muerto” con humedad de 19 grados o menos, a 26 pesos con remanecía y a 27 pesos sin ella con humedad de 20 grados o menos y en esta ocasión se incluyó la compra de miel con 21 grados de humedad a 18 pesos el kilo.
La recepción inició desde el pasado lunes y hasta este miércoles ya se tenían 13 tambores.
El proceso es sencillo, se recibe la miel, se checa humedad y peso y se le da un comprobante al productor por la cantidad de miel entregada, si ésta pasa los controles de calidad después del análisis que se hace se paga la miel, de lo contrario se regresa al Centro de Acopio.
Expuso que esta situación no es cuestión de la empresa, simplemente el mercado internacional exige una miel clara y libre de contaminantes, el mercado es exigente y la competencia propicia que se tengan que observar buenas prácticas en los apiarios y cosechar la miel a su tiempo, es decir, esperar a que alcance la madurez y ello puede tardar 15 días o más, de lo contrario la miel sale húmeda porque no ha sido totalmente operculada.
Exhortó a los productores a cuidar todos los procesos de producción porque de la calidad del producto depende el precio que se va a pagar.
Se ha invitado a los productores a no utilizar productos químicos que dejen secuelas en la miel y se ha invitado a todos los que se dedican a la actividad a trabajar a favor de la mejoría constante en la calidad de la miel.
Señaló que la actividad apícola es bonita, pero que requiere de mucho compromiso y responsabilidad, ya que a mayor calidad mayor precio, incluso a los productores se les ha notificado que hay productos que no deben utilizar para combatir plagas y enfermedades porque ello afecta la producción y citó el caso particular del producto químico Asuntol.
En cuanto a los pronósticos sobre los volúmenes de cosecha, afirmó que las lluvias dejaron de caer y ello afecta a las floraciones y en consecuencia al flujo de néctar.
Puntualizó que es tiempo de darle valor agregado a la miel procesando derivados como polen, propóleo y jalea real, proceso que no es tan complicado para ser transformado en jabones, shampoo y cremas lo que permitiría a los apicultores obtener mayores ingresos.
(Jorge Alberto Uc Moreno)