Ejidatarios de la comunidad de Cinco de Febrero se quejaron porque el comisario ejidal y el Consejo de Vigilancia podrían ser cómplices de talamontes que ingresan por Laguna Grande y Lechugal, del municipio de Escárcega y que están acabando con la poca selva que queda, pero sobre todo con maderas preciosas como caoba y cedro.
Aclararon que ya tienen identificados a varios cortadores que se emplean en el corte de madera, así como uno de los contratistas procedente de la Junta Municipal de Centenario, que se ha dedicado a la venta de carbón desde hace más de 20 años, aunque las autoridades lo han detenido es dejado en libertad de inmediato.
Por ello, se unieron los ejidatarios de Pustunich que también son presa fácil de los taladores de madera, donde los rollos son trasladados a los aserraderos de Escárcega y los gajos lo convierten en carbón.
“Arrasan con todo, parecen como la arriera, a donde pasa dejan limpio”, comentaron, por lo que los ejidatarios llaman a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y al Gobierno Federal para erradicar el corte indiscriminado de madera.
Por Erasmo Cruz Díaz / Por Esto!