Ahora es cuando los campechanos que han sido bendecidos con buenos ingresos deben de practicar la generosidad y la solidaridad con sus semejantes y voltear a ver a esas familias que viven al día y que resultarán severamente afectadas por los efectos económicos negativos de la pandemia de COVID-19, expuso el ex líder estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Ismael Canul Canul.
“Según el propio Inegi, poco más del 40 por ciento de la población de Campeche sufre cierto grado de pobreza, incluyendo la capital campechana, en donde la economía está basada en la burocracia, el comercio en pequeño y el subempleo.
“Llevamos apenas una semana desde que inició la emergencia sanitaria por el coronavirus, pero la economía de miles de familias campechanas ya comenzó a deteriorarse y no pasará mucho tiempo para que muchas personas comiencen a tener problemas para alimentarse.
“Si bien se dice que son entre 15 y 20 días el tiempo en que la gente se debe tomar extremos cuidados para evitar el contagio, el daño económico que esta emergencia generará a la economía dejará secuelas que perdurarán durante meses, quizá años.
“Entonces, hay que ser solidarios sobre todo con aquellas personas que conocemos y sabemos que están enfrentando una situación difícil. No es necesario regalar dinero, simplemente con llevar algo de comida a la mesa de estas personas, les aliviaremos un poco la desgracia que están afrontando”, dijo Canul Canul.
Urgente plan de
apoyo a vulnerables
Canul Canul enfatizó que el Gobierno Federal anunció una estrategia de apoyo a la población vulnerable, la cual –dijo- deberá ser implementada en forma inmediata para evitar situaciones de desesperación entre las familias obreras que actualmente se encuentran desocupadas.
“Otro aspecto que se debe revisar es el de la obligación moral que tienen las empresas con sus trabajadores, pues se tiene conocimiento de despidos masivos o autorización de ‘licencias’ sin goce de sueldo, que no son otra cosas más que despidos injustificados, pues con toda seguridad las empresas no volverán a recontratar a todo el personal al que otorgó permiso.
“No es posible que importantes firmas que obtienen ingresos millonarios por la venta de comida chatarra y fomentar un estilo de vida frívolo a la comunidad, se deshagan de los empleados como si fueran objetos desechables”, acusó Canul Canul.
El entrevistado consideró que en esta crisis sanitaria y económica que nos tocará enfrentar y que seguramente es uno de los retos más importantes que le tocará enfrentar a nuestra civilización, debemos tomar un espacio para la reflexión y darnos cuenta sobre la necesidad de recuperar valores como el amor al prójimo.
(Joaquín Vargas)