DZITBALCHE, Cam., 12 de abril.- Con el encendido del fuego nuevo, dio inicio la celebración eucarística de resurrección la noche del sábado, ante escasa presencia de creyentes en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de María, que ofició el párroco José Luis Yeh Ehuán.
En su homilía destacó: “hoy celebramos una gran fiesta; los hombres han escuchado la Palabra de Dios y la han anidado en su corazón. Si Dios está contigo a qué le tienes miedo, dice San Pablo”.
Hermanos, más vale perder el cuerpo y no el alma; hoy el evangelio nos dan una gran lección, cuando Jesús muere, pero las puertas del sepulcro se abren y sale Jesús resucitado.
Nosotros tenemos que vivir con esa esperanza, señaló, en estos días tan difíciles en los que nos encontramos. No tengan miedo, confiemos en Dios.
El sacerdote dijo: “que contento se siente uno cuando es llamado a la casa de un personaje, Dios es más que un personaje, ir a su encuentro debiera ser el centro de la evangelización, porque recordemos que dio su vida en la cruz por nosotros, para rescatarnos del pecado, arrancarnos del odio, de la desesperanza, del desamor, para reconciliarnos”.
Yo te aseguro que hoy mismo esteraras conmigo en el paraíso, le dijo a aquel hombre arrepentido, nosotros ¿será que no tengamos la misma esperanza? Este hombre se arrepintió en la cruz y le dice al otro malvado, ¿no tienes miedo? y el otro se burló de Jesús, como muchos se burlan de la vida eterna, como muchos sarcásticos piensan que la ciencia nos va salvar, porque una ciencia sin Dios está condenada.
Ahora que estamos viviendo una tragedia en la humanidad, el hombre necesita de Dios, quien no tenía necesidad de hacer oración; sin embargo, podemos encontrar muchos textos, donde Jesús se retiraba a orar con su Padre.
Así, siempre necesitamos un lugar para estar con Dios nuestro Padre, para compartir con Él nuestros problemas, nuestras inquietudes.
Jesús fue clavado en la cruz por el desamor; sin embargo, Jesús nos enseñó muchas cosas. Si alguien nos toma una foto y nos hacen bullying, eso es desamor, es el desamor de un hombre que piensa que el mundo puede dar el amor y la vida. No hermanos, qué triste es celebrar una misa en el clandestinaje.
Al término de la predicación, se llevó a cabo la bendición del agua, celebración a puertas cerradas del templo católico.
(Néstor Cuevas)