HOPELCHEN, Cam., 12 de abril.- La Semana Santa representa la pasión, muerte y resurrección del hijo de Dios, el verbo que se hizo carne para vivir entre nosotros y al morir y vencer a la muerte dio origen al nacimiento de la religión que se ha propagado por todo el mundo, el cristianismo.
En esta ciudad de Hopelchén, la contingencia sanitaria implementada por la enfermedad del COVID-19 ha obligado a las distintas iglesias a buscar medios alternativos para difundir sus principios; en la parroquia de San Antonio de Padua, las misas y eventos de la Semana Mayor fueron transmitidos en vivo a través de las redes sociales, ello en pleno respeto a la jornada de la Sana Distancia y el Distanciamiento Social.
La mañana de ayer domingo, el sacerdote Eleodoro Gijón Estrada se encargó de auspiciar la misa en donde hizo alusión a la pandemia del coronavirus “Oremos para que todo el mundo, en nuestro país y en especialmente aquí en Hopelchén podamos superar y salir delante de esta pandemia, de esta emergencia nacional que a todos nos aflige.
Santísima Virgen María de Guadalupe, madre del verdadero Dios por quien se vive, en estos momentos como San Juan Diego, sintiéndonos pequeños y frágiles ante la enfermedad y el dolor te elevamos nuestra oración y nos consagramos a ti.
Te consagramos nuestros pueblos especialmente a tus hijos e hijas más vulnerables, los ancianos, los niños y las niñas, los enfermos, los indígenas, los inmigrantes, los que no tienen hogar, los privados de su libertad, acudimos a ti inmaculado corazón e imploramos tu intervención.
Alcánzanos de tu hijo la salud y la esperanza, que nuestro temor se convierta en alegría y que en medio de la tormenta tu hijo Jesús sea para nosotros fortaleza y serenidad, que nuestro señor levante su mano poderosa y detenga el avance de esta pandemia.
Santísima Virgen María, madre de Dios y madre de América Latina y del Caribe, estrella de la evangelización, renovada, primera discípula y misionera de nuestros pueblos sé fortaleza de los movimientos y de los pueblos de quienes lo lloran, sé caricia maternal que conforta a los enfermos y para todos nosotros madre sé presencia y ternura que en cuyos brazos todos encontramos seguridad. De la mano permanezcamos firmes e inconmovibles en Jesús, tu hijo quien vive y reina por los siglos de los siglos amen”.
Gijón Estrada previamente hizo referencia a las sagradas escrituras en donde se narra el momento de la resurrección y de cómo Jesús los alcanzó, camino junto a ellos.
Luego de ser referente a los textos bíblicos y haciendo eco a las recomendaciones de las autoridades de salud, la imagen del santísimo se colocó sobre la parte trasera de una camioneta blanca para recorrer las calles y colonias de la ciudad y con ello no solo en la parroquia de San Antonio de Padua se honró el hijo de Dios sino también en hogares católicos y cristianos.
Familias practican fe en casa
Cientos de familias cheneros se congregaron en sus domicilios para practicar su fe en ocasión de la Semana Santa que nos da cuenta de la pasión, muerte de Nuestro Señor Jesucristo. La contingencia sanitaria obligó a la suspensión de las misas, cultos y servicios religiosos con público. Los feligreses recordaron al ser que cambió al mundo y cumplió con su destino muriendo en la cruz para salvarnos de nuestros pecados.
Fieles y hermanos de la religión no pudieron asistir a sus templos y en la parroquia de San Antonio de Padua sí hicieron una reflexión sobre el sacrificio enorme de Jesús al morir por nosotros.
Esta Semana Santa en la ciudad fue diferente y acotada, las expresiones no se hicieron públicas, pero en sus casas recordaron la pasión, muerte y resurrección del hijo de Dios.
Enrique Uc Toraya, dijo que su familia es cien por ciento católica y fue muy sensible en no poder participar en las misas del jueves santo, viernes santo, sábado de gloria y domingo de resurrección porque es una de las actividades religiosas que más unen a católicos y cristianos en todo el mundo.
Sin embargo, ante las medidas sanitarias que se están aplicando en la ciudad, simplemente obedecimos y en casa demostramos nuestra fe y devoción a Jesucristo.
(Jorge Alberto Uc Moreno)