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Campeche

Derrochan devoción por San Diego de Alcalá

NUNKINI, Calkiní, Cam., 19 de abril.– La fe y las lágrimas predominaron este día que marcó la historia del poblado con más de 90% de fieles católicos, que hoy celebró a su patrono San Diego de Alcalá, pero de manera aislada, ante la pandemia del Coronavirus.

La fe en el santo patrono se demuestra cada año en esta localidad que concentra a miles de feligreses de Nunkiní, de la Península de Yucatán y de otros estados del país, quienes arriban para convivir en esta fiesta religiosa muy reconocida.

Este 2020 las cosas fueron diferentes, y marcan a la población católica como un año que no se podrá olvidar, ya que hace más de 100 años también azotó la región una enfermedad que acabó con muchas vidas.

Los pobladores afirman que la fe mueve corazones, por lo que piden a San Diego de Alcalá que ya se acabe está pandemia.

A través del sistema de cable local se transmitió la misa en honor del santo, oficiada en la parroquia que lleva su nombre, a cargo del presbítero José Guadalupe Collí Uc, quien es originario de esta población.

Con la tristeza reflejada en el rostro por los momentos que atraviesa el mundo entero, el sacerdote dijo estar consciente de esta situación y exhortó a estar atentos a los comunicados de las autoridades sanitarias y cumplir con sus disposiciones para salir lo más pronto posible de esta pandemia.

Dijo que a través de la misa celebrada ayer, se envió un mensaje a todos los hogares para que no decaiga la fe en el patrono San Diego de Alcalá.

Señaló que se hace llegar el mensaje a todos los fieles católicos y creyentes del santo patrono, ya que es muy importante considerar la gran misericordia de Dios, pues Él conoce las fragilidades del ser humano.

Por eso se debe comprender que este momento es muy delicado, pero también hay que ser misericordioso y aprender a ver a los otros que pasan necesidades para ayudarlos.

Dios es generoso con todos y mucho más en la situación que estamos viviendo, en que muchas familias ya no tienen trabajo y se encuentran muy necesitadas.

Habló de los enfermos para quienes pidió apoyo. De esta manera se abre la fe misericordiosa, pero hay que demostrarla a través de obras y acciones.

Por la tarde, después de la misa celebrada a puerta cerrada, se realizó la quema del monigote conocido como “La Mestiza”. Sus confeccionadores señalaron que es una tradición que no debe acabarse, y a la vez demostrar que la fe cada vez es mayor y que esta quema sirva también, como hace muchos años atrás, que se dio como ofrenda para acabar con esa pandemia que azotó al pueblo.

A través de la televisión, los fieles católicos llorosos siguieron la misa y la quema de “La Mestiza”, pero con la fe que siempre han profesado por su santo patrono.

María Alicia May Ek mencionó que como creyente del santo patrono le llenó de tristeza y lloró al observar la parroquia cerrada y escuchar la misa a través de unas bocinas colocadas en lo más alto, ya que cada año acostumbra acudir a la celebración y posteriormente participar en la procesión en honor a la imagen religiosa, pero hoy todo fue diferente: las calles vacías, la parroquia cerrada, pero nuestra fe no decae, al contrario se vuelve más fuerte.

Mencionó que todas las noches le pide a San Diego de Alcalá que se acabe esta pandemia, pues muchas familias no tienen trabajo y por lo consiguiente no tienen nada para comer.

Por su parte, María Isolina Ek Avila dijo que desde su hogar estuvo viendo la misa y para ella fue como si estuviera en la iglesia, ya que la fe puede más que otras cosas.

Ella colocó afuera de su vivienda globos y veladoras para demostrar que aunque no fueron a la iglesia por la contingencia sanitaria, conservan su fe en San Diego de Alcalá.

(Jorge Aké Gutiérrez)

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