SANTA ROSA, Hopel., Cam., 12 de mayo.- El precio del tomate ha tenido una caída muy fuerte debido a la contingencia sanitaria propiciada por el coronavirus: el huacal se vente hasta en 100 pesos en los huertos cheneros, aunado a esto, la compra del fruto es muy escasa.
Varios gobernadores menonitas informaron sobre la crisis que se atraviesa en los huertos de la región de los Chenes, donde POR ESTO! pudo constatar el panorama que se vive: mucho del fruto aún está en los huertos debido a la poca salida del producto. En eso también ha coincidido el productor de Ich Ek, Lázaro Tzec Pech.
La crisis por la que se atraviesa es propiciada por el COVID-19, debido a que hay compradores y muchos de los caminos están cerrado, por lo que no hay acceso para la comercialización del fruto, manifestaron los mismos productores quienes mostraron las decenas de hectáreas abandonadas.
No solamente se está dañando el tomate en la colonia menonita de Santa Rosa, también en Ich Ek sucedió lo mismo y en Nuevo Progreso y Temporal. El tomate quedó regado por la falta de mercado y con las lluvias de los últimos días que también trajo granizo el producto ya empieza a afectarse.
Ante el panorama anterior, los productores de las colonias mejor abandonaron los huertos para no seguir invirtiendo en el consumo del agua. “Es una lástima mirar tanto tomate tirado, desperdiciado en los campos, y las plantas, todas coloradas, al no existir mercado”, externaron los productores.
Debido a que los restaurantes están cerrados, también las loncherías, aunado a que los pueblos bloquearon sus entradas, los comerciantes ya no podían ingresar para comercializar el producto, tal como externó el gobernador de Temporal, Peter Loewen Fehr.
“Algunas hectáreas no se comercializaron porque hubo bloqueo de caminos, pero los pueblos sí tienen acceso a la colonia menonita, donde la economía sigue vigente; no cerramos, tampoco prohibimos, y quienes lo hacen, hacen sufrir a su pueblo y es una lástima, perjudican todo y se contrae su propia economía; el daño que se causa nivel estatal y municipal”.
Otros menonitas de Santa Rosa dejaron sus hectáreas con sus tomates colgados, ya que se vendió muy poco y la inversión fue bastante fuerte; a pesar de que los campos son autosuficientes, con los pueblos cerrados no se puede trabajar, lo que obliga a abandonar el campo para no perder más dinero.
(Jorge Amado Caamal Ek)