POMUCH, Hecelchakán, Cam., 19 de mayo.– En el domicilio de don Eduardo Collí Méndez, realizaron la ofrenda “Saak’ha”, ritual de origen maya que data de tres generaciones, al presenciar la entrega de la bebida de los dioses por el xmen Santiago Pool Dzul, sacrificio en agradecimiento a los dueños del terreno que habita la familia.
Saak’ha es dedicada a los “aluxitos” que es el nombre dado al duende o espíritu en la tradición mitológica de algunos pueblos mayas del sureste, en el que se cree que los aluxes son pequeños, a la altura de las rodillas de una persona promedio con la apariencia de personas miniatura, tradicionalmente vestidas a la usanza maya.
La tradición sostiene que los aluxes son invisibles generalmente, pero pueden asumir forma física con el propósito de comunicarse o espantar a los humanos, así como para congregarse entre ellos, están asociados generalmente con lugares de la naturaleza tales como selvas, grutas, piedras y campos, pero también pueden ser engatusados a moverse hacia algún lugar por ofrendas.
Su descripción y papel mitológico, como por ejemplo las artimañas que ellos juegan, son muy semejantes a las que tienen otras entidades míticas en otras culturas (tal como el leprechaun celta o el chaneque totonaca). Se dice que habitan en cenotes y grutas.
Don Eduardo Collí Méndez preserva el ritual de origen maya por tres generaciones en la familia, quienes este martes presenciaron la entrega de la bebida de los dioses por Santiago Pool Dzul.
Destacó que el ritual da inicio con la preparación de la bebida conocida como Saak’ha, la cual es una mezcla de maíz semisancochado llevado a moler, disuelto en agua, azúcar, canela y cacao molidos, mientras se colocan flores, una cruz de madera, un vaso de agua y cigarros sobre la mesa, mientras que una veladora se coloca debajo de la mesa y no se apaga hasta consumirse.
Asimismo, dos veladoras son encendidas debajo de dos grandes árboles, con incienso, inicia el ritual maya dedicado a los aluxitos y dueños del terreno, pidiendo permiso para habitar este lugar y cuidar de toda la familia, así como de los animalitos, donde el x’men pide a los cuatro vientos Chikin Ik, Lakin Ik, Shaman Kan y Nohol Ik, para que bendigan el terreno, para abundancia y prosperidad, mientras entregaba el Saak’ha en los alrededores del lugar rodeado de la naturaleza.
Al término se encendieron los 13 cigarros de una cajetilla nueva, se colocaron sobre una piedra en el cerro y el resto se repartió entre los presentes, una vez que fue recibido el Saak’ha, como muestra se percibe el soplar del viento, brebaje que también se repartió entre todos y el resto se regaló a otras familias.
Por último el agua colocada en la mesa de acuerdo a don Santiago debe ser bebida por niños y adultos que tienen miedo o algún temor, ya que según la creencia, el agua se los quitará.
Cabe recalcar que don Eduardo Collí Méndez, de 85 años, nietos y bisnietos presenciaron la ceremonia maya que sigue viva en esta familia, que se transmite de generación en generación.
(José Manrique Euán Martín)