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La nueva normalidad, tras el periodo de aislamiento social obligatorio por el COVID-19, no reflejó un aumento en los ingresos de las empresas camioneras en la capital del Estado, esto luego de que los presidentes de las empresas Cooperativa Castamay, José María Morelos y Pavón, y Camioneros Agricultores de Chiná, registraran ligeros o nulos aumentos en la demanda de sus servicios.

Bajos ingresos, altercados con ciudadanos carentes de cultura de prevención ante el COVID–19, desobediencia para seguir los protocolos de prevención y horas muertas en más de 3 cuartas partes de una jornada de labores, resienten los cooperativistas.

Asimismo están en riesgo constante de ser multados por el Instituto Estatal del Transporte (IET) o la Comisión para la Prevención de Riesgos Sanitarios de Campeche (COPRISCAM), por la negligencia de los usuarios, amén de otras complicaciones diarias que han sufrido desde marzo a la fecha por el Coronavirus.

Con el regreso a la nueva normalidad los ingresos no han mejorado, destacó el representante de la Unión de Camioneros Agricultores de Chiná, Germán Ayala Gutiérrez, quien aseguró que en cuestión de movilidad sigue normal, porque no hay mucha demanda del servicio de transporte público.

Explicó que ni eso los ha detenido para seguir aplicando las mismas medidas de prevención y en las horas pico habilitan hasta tres camiones para evitar aglomeración de personas.

Destacó que lo único lamentable hasta la fecha, es que la gente a veces no entiende o se enoja porque cuando ven bancas desocupadas quieren que los lleven, pese a la necesidad de mantener la sana distancia entre los usuarios, generando enfrentamientos entre ciudadanos y operadores.

“A final de cuentas que cada uno cuide su salud, por eso pedimos a la gente que nos ayude, por eso si un chofer da la parada y ve que ya no hay capacidad en la unidad, el usuario se debe retirar, esto para evitar más contagios de COVID–19, porque se ha desatado una gran cadena de contagios”, remarcó.

Disminuido el parque vehicular

Por su parte, el representante de Transportes José María Morelos y Pavón, Roger Calderón Pacheco, citó que la nueva normalidad no se ha reflejado mucho en las rutas más redituables de la empresa, no hay incremento de usuarios y por lo tanto no se ve un aumento en el porcentaje económico.

“Derivado de lo mencionado no se ha incrementado el parque vehicular en circulación, porque a la fecha no hemos recibido del IET un oficio donde se autorice a la empresa poner en movimiento más unidades”, destacó.

Comentó que siguen limitados, porque no hay mucha demanda de servicios, siendo las últimas corridas, de 9 de la noche en adelante, cuando prácticamente no hay usuarios.

“En ciertos horarios vemos la posibilidad de ingresar más camiones para evitar aglomeración de personas, lo cual también se hace para evitar problemas con el IET o COPRISCAM en el tema de prevención, pero es muy poco lo que se obtiene al día”, detalló.

El empresario explicó con ejemplos tangibles de las dos rutas más significativas: San Joaquín-Malagón y Bellavista-Morelos, donde la demanda del servicio sigue en crisis, con caídas de hasta un 70 por ciento. En la Malagón por día de labores movían hasta 450 pasajes por unidad al día y ahora con trabajo y logran transportar a 135 usuarios.

Falta de cultura de usuarios, un “problemón”

Otro tema que aceptó como destacable es la falta de cultura de la gente, esto en el sentido de no hacer caso de las recomendaciones de prevención en todos los ámbitos sociales, desde el momento de ir al súper a comprar, hasta a la hora de usar el transporte público o estar en la calle.

Lo mencionado, dijo, da como resultado comportamientos negativos que ocasionan problemas a todos, desde puntos comerciales hasta el sector del transporte público, sobre todo cuando al sentarse el usuario se quita el cubrebocas, porque el chofer no puede estar al pendiente en cada segundo del usuario.

Esta actitud del viajero puede provocar multas del IET, de las cuales no tiene culpa el operador ni la empresa, agregando que igual ocasiona que el chofer niegue el servicio a las personas que no tienen cubrebocas, generando conflictos con el usuario.

(David Vázquez)

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