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La crisis económica que está afectando a todas las empresas y sectores productivos del país por la pandemia de COVID-19, provocará una baja recaudación fiscal de contribuyentes y agravará más el problema financiero de México, pues muchas empresas y compañías dejaron de tener utilidades a partir del mes de abril hasta el presente mes, como se ha apreciado en la isla de Carmen, señaló Javier Bello Ávila, Contador Público.
“De acuerdo con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), para este año 2020, tiene una meta de recaudación fiscal de 3 billones 505.8 mil millones de pesos, el cual se verá reducido, por el quebranto financiero en que se encuentran diversas empresas a nivel nacional; ya que tan solo en la isla de Carmen, se aprecia la crisis financiera empresarial, por el cierre de las mismas al inicio de la contingencia sanitaria de COVID-19”, agregó.
Señaló que independientemente que se amplíe el plazo o no para las declaraciones fiscales ante el SAT, es defendible los recargos, multas, y actualizaciones, que soliciten los contribuyentes, por la crisis económica y quebranto en que se encuentran diversas empresas y compañías, como, hoteles, restaurantes, agencias de viajes, empresas de construcción, entre otras; ante el vencimiento del plazo para que las personas físicas presenten su declaración anual ante el SAT.
“Muchas veces la Secretaría de Hacienda habla de multas, pero sólo para que uno diga “no quiero problemas con hacienda y voy a ir a declarar”, pero no se puede declarar algo que no se tiene, porque muchas empresas desde abril, mayo y junio no tienen actividad ¿Entonces que van a declarar? Por ello, hay que esperar este 1 de julio cuando regrese del receso en el Congreso de la Unión, a efecto de que alguna bancada de diputados meta una iniciativa para efecto de que vuelvan a dar facilidades o amplíen el plazo de la declaración fiscal”, mencionó.
Indicó que en la isla de Carmen las empresas se encuentran bastantemente golpeadas, ya que la mayoría de ellas enviaron a sus empleados a guardarse de sus casas, unas pagando al 100, a los trabajadores, otras el 50% del salario, y hubo algunas al estar con un estatus financiero grave, no pagaron nada a sus empleados, sino que le dieron una gratificación, y que esto es muy difícil en el sentido de economía.
Añadió que de acuerdo a las cifras reales de los estadistas, en el país hay un millón de desempleados en los meses que lleva la contingencia sanitaria por COVID-19; entre formales e informales, y que quizás sea el 50% en cada rubro, pero que hablar de 500 mil desempleados formales a nivel nacional, hablando de cualquier rubro, como hoteleros, turístico, construcción, entre otros, afecta también para la recaudación fiscal.
“Dentro del renglón fiscal hay dos cosas; el Fiscal de la federación dice que todo aquel ciudadano que se inscriba en el padrón de contribuyentes tenderá la obligación de pagar impuestos en sus actividades mensuales cuando tienen utilidad, pero también dice que si no tienen impuestos a pagar tienen que presentar la declaración en cero a efecto que la propia Secretaría de Hacienda, a través del SAT, entienda que no hubo utilidad, pero que se están cumpliendo con la obligación de declarar en cero”, mencionó.
Con información de Fernando Kantún
Por Redacción Digital Por Esto!
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