A cuatro meses de la contingencia retiraron los filtros sanitarios en el municipio, al desconocerse los motivos de la decisión de las autoridades de dejar en la indefensión y en riesgo a la ciudadanía.
Se presume que una de las causas pudiera hacer la propia responsabilidad de la población que se niega a permanecer en sus viviendas, lo que ha llevado al aumento de casos positivos de la enfermedad en los últimos días, ya que el contagio se está registrando de manera local.
La pandemia sigue avanzando en el municipio, la autoridad municipal señaló que había más de 200 casos positivos sin reportar en su mayoría estos días, por lo que el número sigue creciendo rápidamente y las medidas es que la población se atienda.
En el Hospital Comunitario de la ciudad ya es difícil la atención a los pacientes, ante los numerosos casos de ciudadanos ingresados al parecer por la enfermedad, por lo que el número avanza rápidamente.
También pareciera ser que el presidente municipal Roque Sánchez Golib terminó dándose por vencido con los filtros sanitarios o quizá la pésima labor del jefe de la Dirección de Salud, Marcos Díaz, terminó provocando el retiro de los bloqueos.
Cabe señalar que en estos lugares permanecían empleados de diferentes áreas del Ayuntamiento, así como elementos de Seguridad Pública, de los cuales muchos terminaron con enfermedades, presuntamente COVID-19, que afortunadamente se han recuperado.
Fue cerca del mediodía cuando el filtro sanitario que se encuentra a la altura del Instituto Tecnológico Superior de Calkiní fue retirado de manera definitiva, así como también el situado sobre la calle 13 en el cruce con la carretera federal.
Sólo existían cuatro filtros instalados en el municipio, de los cuales dos se encontraban en la cabecera municipal y uno en la ciudad de Dzitbalché, mientras que únicamente en Isla Arena continúa con su bloqueo a la altura de la palapa.
Ahora sólo resta que cada ciudadano sea responsable de su propia seguridad e higiene para enfrentar la enfermedad, ante la apatía y el desinterés de muchos que se pasean libremente por las calles y sin protección.
Por Jorge Aké Gutiérrez