En peligro se encuentran más de mil hectáreas de maíz, sembradas durante las primeras lluvias de julio, por la presencia del gusano cogollero, la falta de lluvias en los centros de cultivo y los efectos de la canícula, situación que cada día se agudiza al afectar a más de 300 ejidatarios.
Martin Aké, Carlos Tun y Arsenio Poot Tun comentaron que llevan varias semanas en el que la lluvia no cae y el problema crece, al igual que la presencia del gusano cogollero que pretende acabar con los cultivos de maíz en el ejido ante la falta de la lluvia oportuna para que los cultivos se desarrollen.
En recorrido por las zonas de cultivo se notaron los daños y la tristeza que se vive en los campos agrícolas con los efectos de la sequía y el gusano cogollero, siendo la situación desesperante, como comentaron los hombres del campo.
Los hombres del campo indicaron algunos están utilizando las viejas técnicas ante la falta de recursos para adquirir los plaguicidas y otros salen en busca de los insumos para rescatar los cultivos al estar en veremos las cosechas, “la lluvia no cae porque la canícula está apretando mucho la situación en el campo”.
En los campos de cultivo se pueden observar las afectaciones del gusano cogollero y las autoridades estatales y municipales no han intervenido, a pesar que cuentan con los recursos e insumos para atender los problemas, por ello llamaron al secretario de Desarrollo Rural del Estado, José Ignacio España Novelo, a tomar en cuenta los daños en el campo del Camino Real y tenga un balance para reportar al Gobierno.
Por Néstor Cuevas