Para los integrantes del Frente Único de Minisúpers, la decisión de pasar al semáforo epidemiológico amarillo, no es el correcto y mucho menos, si aún se mantendrá la Ley Seca, ya que para ellos la venta de estas bebidas representa el 75 por ciento de sus ingresos totales.
El dirigente de este sector, Marcos Canul, aseguró que hasta la fecha dos comercios del giro han tenido que cerrar sus puertas de manera definitiva y el resto se encuentra en espera del levantamiento de las restricciones, ya que solo tienen reservas económicas por un mes.
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Luego de que no fuera anunciada la reapertura de la venta de alcohol en Campeche aun cuando el semáforo epidemiológico por COVID-19 cambió al amarillo, los comerciantes dedicados a la oferta de este producto se dijeron inconformes por no ser considerados en la primera reactivación de comercios no esenciales.
El líder de los vendedores manifestó que las políticas anunciadas por las instancias de salud y que a partir de ayer entraron en vigor en todo el estado no van acorde con lo establecido de manera inicial, ya que considera “no puede ser que un problema de salud pública se vaya a resolver con estrategias económicas” señalando que le intriga la intención de restablecer actividades comerciales de un momento a otro.
El hecho de que no hayan levantado la Ley Seca es considerado por los afiliados como un acto excluyente, dado que muchos podrán obtener ganancias aunque sean bajas mientras que ellos, seguirán con las ventas menores al 30 por ciento y tratando de subsistir con los pagos de sus trabajadores.
“Es preocupante porque el tiempo de espera se va prolongando aún más, esperemos que cuando se nos dé luz verde de iniciar la venta de alcohol, no sea con horarios recortados ni con días recortados, que sea una actividad normal para que así tengamos la oportunidad de recuperarnos poco a poco”, apuntó.
Indicó que no han actuado contra las leyes ni han recurrido a presiones porque es la vida de la ciudadanía la que está en juego, por lo que aseguró que si por ellos se deben esperar unos días más sin venta de alcohol, acatarán la indicación a pesar de que no logren elevar sus porcentajes de venta, sin embargo, que ya están a punto de dejar su capital de reinversión a cero.
“Viendo la situación como está ahorita, yo creo que lo que más podemos aguantar es 15 días o tres semanas cuando mucho porque ya la situación, es muy preocupante para la gran mayoría de los comercios afiliados”, expuso.
Mencionó que ninguna autoridad ha querido reunirse con ellos y tampoco les han brindado un apoyo para subsistir y que por tal motivo, han tenido que buscar nuevas alternativas de venta como direccionar su potencial en insumos básicos y no tanto en los alcoholes.
“Hemos estado viendo el comportamiento y las soluciones que han estado dando a estos problemas y más que nada, veo que se están copiando en ciertas percepciones del vecino estado de Yucatán”, aseveró.
Una vez levantada la ley seca, ellos como los demás establecimientos tendrán que seguir con un protocolo de sanidad, por ello pidió a sus clientes respetar todas las medidas de distanciamiento social e higiene para evitar rebrotes que deriven en el cierre de los expendios y minisúpers.
Por Jorge Chan