Durante el 15 de septiembre el mercado principal de Campeche lució abarrotado a pesar de que sólo se permitió el ingreso del 50% del aforo; aun así les generó buenas ventas a los locatarios, principalmente a los que ofrecen abarrotes.
Por su parte, las amas de casa que realizaban sus compras aseguraron que los precios son accesibles, por lo que festejarían el Grito de Independencia en sus hogares sin haber gastado demasiado.
Desde muy temprano la llegada de ciudadanos a la central de abasto avisaba de un día muy ajetreado; los pasillos empezaban a registrar más personas de lo habitual; la semaforización en amarillo y el pretexto de las celebraciones fueron la causa.
En los puestos de carne, frutas, verduras y abarrotes era más notoria la presencia de compradores, mientras que en las de ropa y alimentos apenas había un par de personas. La mayoría de ciudadanos acudieron para adquirir los insumos con que preparar las tradicionales cenas patrias, como frijoles charros y el pozole.
Locatarios como Ana aseguraron que las festividades septembrinas representan un suspiro para aquellos que se dedican a la venta de insumos de la canasta básica y condimentos para la preparación de alimentos tradicionales.
“Es un respiro ver que la gente viene a comprar; en mi puesto me piden pimientos, chile molido, guajillo, rábanos. Hoy vendí lo equivalente a un mes” aseguró.
Costo de cena
En las mesas mexicanas no puede faltar este día el tradicional pozole, el cual cada año se cocina entre los días 14 y 16 de septiembre. Este 2020 muchas familias degustaron el platillo, pero más barato que el año pasado, pues los precios de los ingredientes no repuntaron.
Sucedió que los costos en el mercado no se inflaron y mantuvieron un parámetro estándar, como el registrado en semanas pasadas, lo que propició que más familias pudieran acceder a su preparación.
Los costos de los ingredientes oscilaron entre los 10 y 30 pesos; un ejemplo de ello fue el maíz pozolero, que se encontraba en 25 pesos, mientras que el ajo, la cebolla, los chiles, la sal, los rábanos y la bolsa de tostadas valían de 10 a 15 pesos.
El orégano molido y el chile piquín no rebasó los 5 pesos, y el kilogramo de pulpa de cerdo picada resultó lo más caro, con 85 pesos. En total el gasto para la cocción de este alimento sumó alrededor de 180 a 220 pesos.
Excepción
Elizabeth Escobar Balán fue una de las madres de familia que con anticipación se preparó para la noche mexicana. Con ahorros personales y de su familia logró adquirir todos sus insumos; pero a diferencia de la gran mayoría de la gente, ella prefirió cocinar carne polaca, ya que lleva menos ingredientes y rinde más.
“Nos vamos a reunir en familia, claro, todos con la debida Sana Distancia. Cada uno va a llevar una comida, así nadie gasta mucho y podemos convivir” señaló.
Con relación a los costos, se dijo sorprendida porque venía con la expectativa de encontrarlos más arriba de lo normal, pero no fue así.
“A veces no contamos con recursos, pero ahorita, gracias a Dios, alcanzó para lo que teníamos destinado; así que tendremos una bonita noche mexicana”.
De esta manera se cumplió un año más de festejos y afortunadamente muchas familias pudieron disfrutar de cena típica, en una temporada tan difícil.
Por Jorge Chan