La ciudad lució semivacía en su último día en Amarillo del Semáforo Epidemiológico, ya que en las calles el número de personas era menor a lo registrado en las últimas cinco semanas, en tanto las autoridades de la Secretaría de Salud (SSa) insistieron en que el Verde significa responsabilidad hacia la Nueva Normalidad, y advierte que habría epidemias familiares por reuniones donde no se cuidan las medidas de mitigación.
Ayer, en las dos principales arterias del primer cuadro de la ciudad, la 53 y 59, había pocos compradores y algunos restaurantes vacíos. Al parecer, la ciudadanía por primera vez hizo caso a las autoridades de respetar las medidas de distanciamiento social y quedarse en casa, ya que contrario a lo pronosticado, la movilidad social fue baja este domingo, lo que se reflejó negativamente en comercios que operan desde hace un mes y que esperaban repunte de ventas.
El encargado de tienda de artículos diversos, quien no quiso identificarse, externó su sorpresa al notar que a su local ingresaba poca gente.
“De por sí la afluencia era baja, pero lo que pasó no es comparado con lo que pensamos. En lugar de mejorar, nuestra economía se ha estancado, por lo menos hoy”, expuso.
Estimaba un alza del 30 %, cifra que no alcanzó y que espera recuperarse en el transcurso de la semana, cuando existan menos restricciones y mayor aforo.
Por su parte, el flujo vehicular era regular con mayor concentración sobre la calle 12 que une las avenidas Circuito Baluartes con la 16 de Septiembre y la calle 8. Los autos pasaban pero los conductores no descendían, incluso en el paradero de la Concha Acústica, sitio de mayor demanda de transporte público, sólo había entre 5 o 10 personas desde las 10:00 horas y hasta el mediodía.
En cuanto a los establecimientos de los tradicionales portales, si existía presencia de compradores; sin embargo, era menor comparado con el fin de semana pasado, cuando no podían ingresar todos los interesados y se quedaban afuera, a la espera de turno en fila.
Los restaurantes también sufrieron ante la nula cantidad de comensales, así como el número de restaurantes abiertos. En la calle 59, de las más frecuentadas, solo un comercio tenías sus muebles en el corredor, y aunque todas las mesas estaban ocupadas, eran solo cinco.
Los consumidores, en su mayoría foráneos, se mostraban felices de la privacidad que en estos momentos ofrece la ciudad por la baja movilidad, pero a su vez también se dijeron aburridos por la falta de espacios para visitar. En donde no hubo cambios fue el en el mercado “Pedro Sainz de Baranda”; allí, tanto comerciantes como compradores abarrotaron el lugar, lo que contrastó con el primer cuadro de la ciudad.
Lo cierto es que el horario de apertura y cierre se cumplió, tanto por autoridades como por locatarios y compradores.
Enfermedad “familiar”
La Secretaría de Salud (SSa) refiere que si bien hay un notable descenso en los casos y defunciones por COVID-19 en las últimas semanas, es evidente que persisten y principalmente ocurren en el seno de las familias.
Añade que hablar de riesgo epidémico medio o bajo, se refiere al resultado de la medición de 10 indicadores que evalúan el comportamiento general y la evolución de la epidemia en todo el estado, “no quiere decir, que el riesgo de contagio entre las personas haya disminuido, pues este prácticamente sigue siendo el mismo, por eso la importancia de acatar las medidas de sana distancia. Si no ponemos atención en esto, seguiremos contando y sumando casos y lamentables pérdidas de vida, por un largo tiempo ya que es imposible vigilar 7 días y 24 horas el actuar de cada familia en el estado”.
Por Jorge Chan