Las personas deben respetar a los reptiles y aves que se encuentran en los manglares de La Caleta que es su hábitat natural, ya que el cocodrilo moreletti es una especie protegida especial bajo la norma NOM-059-SEMARNAT-2010; sin embargo, esta es cotizada por su piel, aunque en la actualidad se realiza la explotación de la carne y otros órganos, mencionaron Lorena Álvarez Estrada, presidenta de Vigilantes Comunitarios, y José Hernández Nava, director de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
En el Código Penal Federal (CPF) se describen las conductas y actividades que se consideran delitos, así como las sanciones aplicables; entre los delitos tipificados se encuentran aquellos contra la biodiversidad en la fracción III.
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Por ejemplo, usar un medio no permitido, cazar, pescar y capturar, y poner en riesgo la viabilidad biológica de una población o especie silvestres, equivale a purgar tres años de prisión.
Hernández Nava señaló que los humedales y los cuerpos de agua que rodean la Isla son habitados por cocodrilos, iguanas, hicoteas y una variedad de aves, por lo tanto, las personas deben respetar la fauna y flora.
Manifestó que el cocodrilo de pantano (Crocodylus moreletii) mide entre 3 a 3.5 metros y las crías al nacer entre 25 y 30 centímetros; su cabeza es aplanada y ancha, el hocico relativamente corto y bastante redondeado en la punta; su longitud es 1.5 a 1.7 veces el ancho basal.
En el cuello tiene cuatro o más escudos postoccipitales y seis o más nucales, las escamas ventrales tienen glándulas foliculares y sin botones osteodérmicos; cola redondeada al principio y posteriormente comprimida sobretodo en la porción distal. Presenta verticilos intercalados en la parte ventral de la cola.
Indicó que algunas personas tienden a cazar los lagartos que se encuentran en La Caleta para consumir la carne como alimento, además de aprovechar la grasa por ser medicinal, de acuerdo con las creencias, así como la piel que tiene un alto valor comercial.
“Al cocodrilo moreletti se lo ubica en un total de 77 Áreas Naturales Protegidas (ANP) y 41 sitios RAMSAR, y se encuentra bajo protección; por lo tanto, la gente debe respetar a estos reptiles y reportar ante las autoridades la caza de los ejemplares”, apuntó.
Hábitat
Por su parte, Álvarez Estrada indicó que el cocodrilo moreletti tiene como hábitat pantanos, estanques o humedales, arroyos, lagunas y ríos de corriente lenta; se lo puede encontrar en aguas con poca corriente y con abundante vegetación, acuática enraizada o flotante y poco profunda.
Los adultos son completamente territoriales y solamente en temporada de reproducción pueden compartir pequeños espacios, sobre todo machos con hembras; además son de hábitos nocturnos en cuanto a alimentación y para la termorregulación aprovechan las horas de mayor incidencia de sol.
La temporada de reproducción se inicia en el mes de febrero y la anidación es hacia fines de abril o principios de mayo, al comienzo de las lluvias anidan en pilas de vegetación, en donde ponen un promedio de 30 huevos; la incubación toma unos 75 días y los pequeños al nacer miden alrededor de 30 centímetros, narró la especialista.
Expresó que lamentablemente el ser humano se ha dedicado a la caza de estos reptiles a pesar de que se tiene conocimiento de que se encuentra prohibido; algunas personas lo hacen por temor a que el lagarto acabe con algunos animales de patio e incluso por considerarlos un peligro para los niños.
Sin embargo, el reptil sólo defiende su hábitat porque el aceleramiento poblacional e invasiones de humedales ocasiona la reducción del medio donde viven.
SY