Campeche

Menonitas se rebelan contra el Gobierno Federal en Campeche; insisten en usar pesticidas

Dependencia del Gobierno Federal buscan que los menonitas firmen los acuerdos ambientales para una siembra amigable, pero se niegan hacerlo
Los menonitas se niegan a firmar un acuerdo para no sembrar soya o maíz transgénico, que dejen de usar el glifosato y también parar la deforestación / Armando Caamal

A las comunidades menonitas han arribado elementos de la Guardia Nacional en conjunto con dependencias federales, como la Procuraduría Federal para la Protección al Medio Ambiente (Profepa), así como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), entre otros, que tratan de convencer a los menonitas para firmar los convenios que no han aceptado.

Este miércoles en la tarde y durante el jueves visitaron cultivos de Santa Fe, donde los productores cuestionaron a los federales el motivo de su presencia, pero en respuesta les dijeron que se trataba de una visita rutinaria con el objetivo de consensar una siembra amigable y cuidar los recursos naturales.

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Sin embargo, los menonitas siguieron a las autoridades y los acusaron de intimidación, pero además les advirtieron que no van a ceder ante la presión.

En el campo de La Trinidad, la Guardia Nacional mantuvo vigilancia durante todo el día y al parecer la misma situación se presentó en otros campos, además de que también suspendieron la reunión que estaba prevista realizarse para ayer.

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Desacato

Por su parte, el campesino Juan Ferd dijo que ya no quieren asistir las reuniones y mesas de trabajo donde los emisarios del Gobierno Federal los obligan a no sembrar soya o maíz transgénico, que dejen de usar el glifosato y también parar la deforestación que han practicado durante años, además de regular sus predios.

Cabe señalar que tres reuniones se han realizado entre autoridades y menonitas, una en Campeche y dos en Hopelchén, pero los campesinos se han negado a acatar las leyes en México y en cambio prefieren continuar con sus costumbres que a la fecha han costado miles de hectáreas de selva y la contaminación de los mantos freáticos; sin embargo, niegan tales efectos negativos y sólo les importa producir para obtener dinero a cambio.

Incluso, entre ellos han organizado reuniones para criticar al actual gobierno al señalar que “todo lo que consumimos es transgénico”.

Por su parte, Fernando Catzín Aké, en actitud retadora, señaló que el maíz que entra por Progreso también es transgénico, pero se vende en las tortillerías, por lo que exigió cerrar los puertos donde llegan este tipo de productos.

Otros menonitas que también se dijeron en contra son Heinrich Doerksen Kauenhofen, fundador de la colonia Las Flores; Franz Fehr Blatz, de La Nueva Trinidad, quienes esperan se lleve a cabo otra mesa de trabajo en los próximos días para exponer nuevamente estos argumentos.

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JG