En Campeche, como en el resto de la Península de Yucatán, la Revolución Mexicana no fue un episodio sangriento como en el centro del norte del país, aunque se registraron tres enfrentamientos entre los dos grupos en pugna, antireeleccionistas y porfiistas; esta etapa de la historia de México generó beneficios para la población que vivía situación de esclavitud en las haciendas henequeras.
En el CXI Aniversario de la Revolución Mexicana este 20 de noviembre, la etapa revolucionaria del país tuvo un impacto en el orden social, económico, político y cultural de la Entidad por los cambios propiciados por las ideas liberales de Francisco I. Madero.
De acuerdo con los textos“Campeche, Revolución y Movimiento Social (1911-1923)" de José Alberto Abud Flores, editado por el Instituto de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana (Inehrm) y la Universidad Autónoma de Campeche; y “De la revolución a la época moderna. 1911-1961”, de José Joaquín Uc Valencia escrito para la “Enciclopedia Histórica de Campeche” en el volumen 16, tomo D del Gobierno de Campeche, la Revolución Mexicana en la Península de Yucatán no tuvo hechos de armas de impacto nacional, pero sí fueron determinantes para el desarrollo de este proceso histórico.
Sobresalen las reivindicaciones sociales, al romperse las malas prácticas del siglo XIX de los empresarios y hacendados, que mantenían en estado de explotación y esclavitud a los grupos de obreros y campesinos. En el aspecto educativo, impulsó la educación rural.
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Al inicio de la Revolución Mexicana, en la Península en Yucatán gobernaba Enrique Muñoz Aristegui (1907-1911), impuesto por el presidente Porfirio Díaz; en Campeche, el mandatario interino era José García Gual (1910-1911), que sustituía al mandatario constitucional Tomás Aznar y Cano; y en el territorio federal de Quintana Roo (creado por la administración porfirista el 24 de noviembre de 1902), el jefe político era el general porfirista Ignacio A. Bravo (1903-1911).
El 26 de junio de 1909 el candidato presidencial Francisco I. Madero llegó al puerto de Progreso, donde fue recibido por José María Pino Suárez (quien se unió al maderismo ese mismo año).
Madero arribó a Campeche en junio de 1909, reuniéndose con Manuel Castilla Brito, ex jefe político de Hecelchakán, a quien le encargó la difusión de las ideas antirreeleccionistas. El mitin preelectoral fue en el Circo Teatro Renacimiento y se formó el Partido Democrático conformado por políticos y profesionistas quienes se comprometieron a abanderar la causa maderista en caso de fraude.
Los enfrentamientos
Los maderistas campechanos fueron perseguidos y varios de ellos encarcelados por las autoridades porfiristas; por su parte, Manuel Castilla Brito logró huir a Nueva Orleáns donde sostuvo entrevistas con José M. Pino Suárez. Regresó a Campeche en mayo de 1911, por la selva del sur y en su camino reunió a 800 hombres, con los que se apoderó de Champotón sin enfrentar resistencia.
Con este hecho de armas, Castilla Brito adquirió un aura de revolucionario, al ser llamado “General” y “Héroe de Champotón”, prestigio que lo llevó a triunfar en las elecciones a gobernador para el periodo del 16 de septiembre de 1911 al 15 de septiembre de 1915, aunque no llegó a terminar su mandato.
Francisco I. Madero y José M. Pino Suárez, candidatos a la presidencia y vicepresidencia de la República, llegaron el 15 de septiembre de 1911 a la estación campechana de los Ferrocarriles Unidos de Yucatán. Y atestiguaron el acto donde Manuel Castilla Brito rindió protesta como gobernador electo en el Salón de Sesiones del Congreso del Estado, celebrado el 16 de septiembre de 1911.
Tras el asesinato del presidente Francisco I. Madero y del vicepresidente José M. Pino Suárez, y el posterior ascenso al poder de Victoriano Huerta, el gobernador Castilla Brito se levantó en armas el 10 de junio de 1913 en contra del régimen huertista y a favor del movimiento constitucionalista. Tuvo el respaldo de las tropas de la guarnición y del Cuerpo de Gendarmes y algunos empleados civiles, llegando a reunir entre 900 y mil hombres.
Batalla de El Pital
Los revolucionarios se reorganizaron e invadieron el entonces partido de El Carmen; acamparon en El Pital hasta donde los alcanzaron los huertistas, provenientes de Ciudad del Carmen. Así se entabló la primera acción de guerra entre ambos bandos el 6 de agosto de 1913, que tuvo como resultado una victoria de los rebeldes, donde los federales sufrieron unas 100 bajas tras un reñido combate que duró poco más de dos horas.
Después de su victoria en El Pital, los constitucionalistas se dirigieron rumbo a la estación de San Isidro, Chicbul, Montebravo, Sahcabchén, San Pablo y finalmente en la finca de campo Sacakal (partido de Champotón), donde el 21 de agosto de 1913 se desarrolló otro enfrentamiento armado. Los rebeldes lucharon contra tropas del gobierno huertista procedentes de Ciudad del Carmen y de Campeche, y en esta batalla ambos bandos combatieron con fiereza con resultado de más de 300 muertos en total, sin tener un ganador definido. Los revolucionarios tomaron camino al sur, hacia los bosques de Icaiché, donde se reagruparon.
Entre agosto y septiembre de 1913, los constitucionalistas aparecieron por Xkanhá, así que el ejército federal salió de Iturbide para encontrarse con el enemigo en Chunchintok (partido de Los Chenes), donde se entabló otra batalla, en la cual las tropas huertistas lograron derrotar a los sublevados. Los rebeldes retrocedieron hacia Xkanhá, pero el coronel revolucionario José María Blengio fue apresado junto con sus dos hijos.
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JG